Los sondeos a pie de urna dejan a los 'tories' al borde de la mayoría

Los liberales-demócratas perderían contra pronóstico tres escaños respecto a 2005.- La incertidumbre de los resultados dispara la afluencia a las urnas.- La economía, principal reto del nuevo inquilino de Downing Street

WALTER OPPENHEIMER | Londres 06/05/2010

Un gran sondeo a pie de urna de la BBC y la cadena Sky otorgaba esta noche la victoria al Partido Conservador de David Cameron , que se habría atribuido 305 de los 650 escaños y estaría probablemente en condiciones de formar un Gobierno minoritario. Los laboristas de Gordon Brown obtendrían 255 escaños. Los liberales-demócratas de Nick Clegg habrían sufrido un a gran humillación al lograr 61 escaños, uno menos de los que consiguió en 2005, a pesar de haber revolucionado la campaña electoral en las dos primeras semanas. El resto de partidos se atribuirían 29 diputados.

Los británicos han acudido en masa a las urnas para votar en las elecciones generales más inciertas desde 1974, marcadas por el gigantesco ajuste presupuestario que tendrá que llevar a cabo el nuevo Gobierno en la legislatura entrante. Aunque esta noche no había cifras oficiales, muchos colegios electorales confirmaron que la participación parecía mucho más elevada que en los comicios de 2005, cuando se quedó en un escuálido 61,3%.

Algunos analistas estimaban que la participación podría acabar rompiendo la barrera del 70%, pero parece difícil que acabe alcanzando el 77% registrado en 1992, cuando el primer ministro conservador John Major consiguió contra pronóstico darle la vuelta a las encuestas preelectorales y derrotar al aspirante laborista de la época, Neil Kinnock. Ese es el milagro que necesita Gordon Brown para seguir en Downing Street: ganar contra pronóstico. El aspirante conservador, David Cameron, ha llegado a la cita con las urnas apoyado en una ventaja de entre seis y nueve puntos en los sondeos del último día de campaña.

Esas encuestas preelectorales a nivel nacional no se traducen en una mayoría absoluta en los Comunes. Pero aquellas que se han centrado en el centenar de circunscripciones más apretadas del país, donde los conservadores han engrasado la maquinaria electoral con muchísimo dinero, reflejan una ventaja más pronunciada sobre los laboristas.

De confirmarse esa tendencia, Cameron podría acabar logrando la mayoría absoluta o situarse muy cerca de ella, lo que le permitiría entrar hoy mismo o mañana en Downing Street.
Los colegios electorales abrieron a las 7 de la mañana y cerraron a las 10 de la noche (las 11 en la España peninsular). El aparente incremento de la participación, el margen relativamente estrecho de las encuestas y, sobre todo, el enorme número de indecisos, obligan a tomar con cierta cautela los pronósticos y los sondeos que anuncian una victoria de David Cameron.

No sólo por el antecedente citado de la inesperada victoria de Major en 1992, sino porque el éxito de los liberales-demócratas de Nick Clegg en las primeras semanas de la campaña electoral aconsejan prudencia: es una incógnita saber la reacción final de los votantes ante la opción liberal y a favor de quién juega el aumento de la participación.

Esta puede reflejar un decidido voto a favor del cambio que favorezca a Cameron, para evitar que la aparente recuperación del laborismo en los últimos días de campaña acabe brindando a Gordon Brown cinco años más en el poder.

También muchos potenciales votantes laboristas tentados por la abstención o reticentes a votar a su partido de toda la vida por rechazo hacia Brown, podrían haber votado a Clegg. Muchos otros podrían haber acabado haciendo lo contrario: temerosos de que su deserción hacia los liberales-demócratas pueda acabar hundiendo a los laboristas, podrían haber decidido "volver a casa", como les pidió Gordon Brown en el último día de campaña. Y finalmente está el voto joven: decenas de miles de jóvenes se han apuntado a última hora al registro electoral animados por la irrupción de Nick Clegg en los debates televisados.

Casi 44,3 millones de votantes estaban inscritas en el registro electoral en diciembre pasado y más de 500.000 descargaron por Internet los formularos para registrarse durante la campaña electoral, por lo que la cifra final de votantes registrados puede superar fácilmente los 44,5 millones de personas. No sólo los británicos pudieron votar ayer: también los irlandeses y los ciudadanos de países de la Commonwealth residentes legalmente en el Reino Unido y mayores de 18 años tienen derecho a voto.

A las elecciones generales se han presentado en torno a 4.150 candidatos de los que serán elegidos 650. La votación por el escaño de Thirsk and Malton, sin embargo, no se llevará a cabo hasta el 27 de mayo debido al fallecimiento de uno de los candidatos.