Foto: Fernando Ariza / EL TIEMPO
En entrevista con María Isabel Rueda, Francisco Santos Calderón dijo que no se arrepiente de nada de lo que habló durante este tiempo como vicepresidente.
Estamos en la cuenta regresiva de este Gobierno. ¿Alguna nostalgia por lo que deja atrás?
Mucha nostalgia, mucha. Mi señora sí está feliz. Pero tengo también la sensación del deber cumplido, de haber llegado con cero expectativas a mi alrededor, contra un editorial de EL TIEMPO en el que decían que era un imbécil... Superé esas expectativas y salgo sin haberle hecho daño a nadie, con una imagen muy positiva y con la satisfacción de haber hecho parte, más que de un gobierno, de un proyecto, como fue el de rescatar a este país del desastre.
¿Deja enemigos, como Vicepresidente?
Sí. Todos los bandidos, los corruptos, los narcos, la guerrilla... ¡Dejo muchas culebras!
¿El 'Pacho' Santos que entró es el mismo Francisco Santos que sale?
Mucho más formado el de ahora. Sabe de economía, derecho constitucional y administrativo, de política, de gobierno, Conpes, políticas públicas, cambio climático. Fue una gran universidad.
¿Aprendió a cerrar la boca?
Durante la presidencia fui muy parco, pero no me arrepiento de nada de lo que dije cuando hablé.
Pero, ¿se arrepiente de algo?
De nada. Aunque... tal vez sí. Cuando le entregué a la Corte Suprema la carta que me hizo llegar un señor sobre el tema de los Araújo y del Cesar, debí llamar a la 'Conchi' Araújo, que era la canciller, a decirle que lo había hecho. Pero igual la habría entregado.
Desde ese incidente, ¿nada volvió a ser igual entre usted y el presidente Uribe?
En estos ocho años no he sentido un ápice de distancia con el Presidente. Nunca fui lambón, pero tampoco ave de mal agüero. Le decía las cosas que tenía que decirle bajo la ley de la lealtad.
¿A qué se va a dedicar?
Me encantan el servicio público y la política, pero no descarto volver al periodismo.
¿Le ofrecieron reemplazar a Juan Gossaín en RCN?
Es cierto que me hicieron esa oferta, y lograron marearme, porque es muy atractiva, pero todavía no hay nada acordado.
¿La Alcaldía de Bogotá también está entre sus planes?
Sí. Pero no me haga hablar de eso, porque el Gobierno no se ha acabado, aunque anticipo que va a ser una alcaldía difícil. El próximo Alcalde va a encontrar una situación fiscal compleja, una burocratización gigante difícil de deshacer. ¡Hay 70.000 empleados! Va a necesitar una reforma administrativa profunda, porque hay temas de corrupción graves. En Bogotá se ha perdido la institucionalidad.
¿Metro sí?
Se necesita, pero los estudios indican que esa línea movería apenas el 7 por ciento de pasajeros y costaría 2.500 millones de dólares. Hay que repensar todo el tema de movilidad en Bogotá y relanzar a TransMilenio, la gran innovación en materia de transporte público en el mundo. Perdió su vigor porque no se han hecho las inversiones que requiere este sistema.
Si hubiera sido 'Pacho' y no el Vicepresidente, ¿por quién habría votado: por Santos o por Mockus?
He dicho que Antanas es el político más moderno del país, pero lo escuché en la campaña con tal resentimiento, que rompió el molde. Juan Manuel, con la continuidad que garantiza en el momento más espectacular de Colombia para retomar su curso en los próximos diez años, era el indicado.
¿Es injusta la observación de que este Gobierno toleró la politiquería, sobre todo a partir de la primera reelección?
No es cierta. Lo que sí puedo decirle es que aquí ahora se es culpable hasta que se demuestra la inocencia. Los penalistas se quejan de que no tienen ni idea de cómo los jueces están interpretando las normas. La presunción de inocencia se acabó en Colombia. En una gran reforma a la justicia que emprenda el próximo gobierno hay que pasar la Fiscalía al Ejecutivo, para recuperar el equilibrio de poderes que se perdió. Hemos llegado a un gobierno de jueces, muy dañino para la democracia.
¿Justifica así el enfrentamiento entre el Ejecutivo y el poder judicial?
Independiente de quién tenga razón, el problema es de equilibrio de poderes. Una corte no puede durar un año usurpando una función constitucional del Presidente como es la de elección de fiscal, y la usurpó. La Corte Constitucional dicta sentencias en las que colegisla y cogobierna. Estamos en un momento de activismo judicial, que puede poner en peligro la democracia.
¿Cree que lo que pasa es que la justicia es antiuribista?
No diría eso, porque hubo partes del país en las que se pudo hacer justicia cuando antes no se podía. Lo que pasa es que los jueces no tienen ningún control. Cada uno hace lo que le da la gana y reinterpreta las normas.
Para cerrar el capítulo del tema paramilitar, ¿Colombia debería considerar una ley de punto final, como proponen algunos?
Ley de punto final no, pero sí una justicia transicional para juzgar la responsabilidad militar. Advierto que el Presidente es contrario a esto, pero creo que los militares han sacrificado sus vidas por nosotros. La debilidad de la conducción de la fuerza pública por parte de presidentes anteriores dejó expósito a todo el mundo. Por cuenta de eso, los militares estuvieron metidos en lugares terribles, con enemigos horribles, y cometieron errores. Hay que tener una mirada distinta de la que quieren imponer ONG desde la comunidad internacional.
¿Salva a algún antecesor de Uribe en esa mirada crítica retrospectiva?
Salvo a Barco. Del resto, todos en el mismo paquete, unos peores que otros.
¿Le gustan nombramientos hechos por el Presidente electo?
Mucho. Ángela Holguín y Germán Cardona, trabajaron conmigo. Juan Manuel tiene un mandato tan grande, que impone condiciones. Ojalá no se equivoque y no se deje imponer el apetito burocrático. Pero ojo a quién nombra.
¿Le gustaría Germán Vargas?
A Vargas le fue muy bien en las elecciones porque los uribistas que no atrajo Santos y que no votaban por Mockus encontraron esa tercera opción. Nadie lo atacó, porque la campaña estaba polarizada, pero una mirada más a fondo deja rastros que es interesante profundizar. Menciono dos: Vargas se le volteó a la coalición para elegir a registrador y Consejo Electoral; y se le volteó para elegir a un presidente del Congreso que no tenía las mejores condiciones morales.
¿A quién se refiere?
No doy nombres, pero si Juan Manuel pone a Germán de ministro del Interior, es obvio que lo puede hacer muy bien, aunque por tener unas ambiciones tan a corto plazo él a la vez representa un riesgo importante para Juan Manuel y para el futuro Gobierno.
¿Qué debe hacer Juan Manuel Santos con el Partido Liberal?
Enterrarlo. El futuro del país es consolidar 'la U' como un partido, profesionalizarlo, que se convierta en un gran partido de opinión.
¿Y con el Partido Conservador, que se ha vuelto tan pechugón: cogobernar con él?
Eso sí es más difícil, porque este es un país muy conservador, pero el partido como partido sí está muy inmerso en las maquinarias. El lado ideológico del conservatismo se lo chupó Uribe, que es el gran triunfador de las elecciones.
¿Santos debe invitar a Petro?
Tiene buenas propuestas para un tema prioritario, que es el de la tierra. En eso, Petro podría aportar muchísimo, pero no sé qué tan bueno sea para la democracia.
¿Qué opina de Angelino Garzón? En un mes, estará acostado en la que fue su cama 8 años...
Me alegra mucho entregarle ese espacio fantástico. Lo conozco desde 1987. Vi la pelea que dio en el Partido Comunista para acabar con la combinación de las formas de lucha, porque creyó en la UP. Lo vi llegar a mi casa con chaleco antibalas cuando cazaban a los de la UP. Le ha dado valor a la conciliación. Hizo una buena gobernación. Que no vengan con cuentos los panditos analistas de Hora 20 ó de la prensa, que no hacen sino 'pordebajear' a esta democracia, que hoy tiene como vicepresidente a un ex miembro del Comité del Partido Comunista. Hizo un gran trabajo en Ginebra. Se van a sorprender: se les va a crecer.
Dígame la verdad: ¿en qué estado deja su Gobierno a las Farc?
Se están reinventando. Se encuentran en estado muy precario, concentrándose en el núcleo más fundamentalista, lo que las hace peligrosas pero sin mayor posibilidad de volver a ser lo que fueron. La seguridad democrática debe evolucionar.
Recomiéndele a su primo, el Presidente electo, un Ministro de Defensa...
Enrique Peñalosa. Es un hombre flexible y la estrategia militar tiene que cambiar, entre otras, para lidiar con las fronteras.
¿Admite algún defecto de Uribe?
Él lo reconoce: ha dicho que no es una persona humilde. Pero eso hace parte del carácter con el que gobernó, y el país necesitaba esa zarandeada. Un presidente hiper- demócrata.
¿Reconoce que este Gobierno chuzó?
Algún día se sabrá la verdad de las chuzadas... No quiere decir que no se cometieron errores terribles en el DAS entre el 2002 y el 2005. Y habrá que asumir la responsabilidad. De ahí para adelante, ¿cree que Peñate chuzaba, que Pilar Hurtado chuzaba? A ellos no se les pasaba por la cabeza eso.
Pero el Presidente fue el que nombró a Noguera jefe del DAS...
Y ha dicho que asume la responsabilidad, pero se ha armado una estrategia política inteligente, que tiene elementos transnacionales, para deslegitimar a este Gobierno. Y cuando se sepa la verdad, las cosas quedarán en su sitio.
Y si tiene esa verdad, ¿por qué no nos la cuenta antes de irse?
Porque no la tengo toda.
¿De verdad cree que hubo un complot internacional contra este Gobierno, que se manifestó en inflar lo de las chuzadas?
No me cabe duda. Repito: a partir del 2005. Antes pasaron cosas graves, pero a partir de ahí se montó una grave mentira. Ninguno de esos expedientes aguantaría la revisión de un tribunal independiente.
¿Piensa igual de los falsos positivos?
Esa fue otra cosa. Penetración del narcotráfico y herencia del pasado, o si no, mire los casos ante la Corte Interamericana. Cuando este Gobierno se dio cuenta, se dio los lapos que ningún gobierno se ha dado en el mundo. Hay 300 militares ya condenados y 600 en juicio. ¿Qué país del mundo enjuicia a mil militares? Hay que hacerle un reconocimiento a Juan Manuel, y en eso actué de la mano con él. Como Ministro se dio una pela para montar todas las instancias de control que pararon eso de tajo.
¿Lo que está diciendo es que ni las chuzadas ni los falsos positivos se los inventó este Gobierno?
¡Pues claro!!! ¿Usted acaso no sintió que tenía chuzados sus teléfonos en otros gobiernos?
Si me está hablando de las épocas del proceso 8.000, sí.
Ah. Y el zar de la moral, zar de la inteligencia en el 8.000, escribe los domingos, cuando lo que hicieron fue lavarle las manos.
¿A quién le lavaron las manos?
A Ramiro Bejarano.
No entiendo la referencia....
El zar de la moral hoy en día es él, pero no investigaron lo que pasó en esa institución, o de pronto ahí sí funcionó la presunción de la inocencia, que hoy no funciona.
¿Se va bravo con los columnistas?
Todas las noches suelto una carcajada y me acuerdo de mi papá: Tenía razón... ¡Qué viejo tan sabio y cuánta falta le hace al país! Decía que de los odios no queda nada, y lo que vivimos aquí fue una situación permanente de odios. Si hubiera ganado Mockus tendrían que haber cerrado Semana, las páginas editoriales de EL TIEMPO y de El Espectador, porque sus columnistas se habrían quedado sin de qué hablar. Veremos qué se inventan con Juan Manuel. Me dejan un mal sabor el odio, el maniqueísmo y la manipulación con un objetivo político que se vio en unos sectores de opinión de la prensa editorial.
¿Quedó resentido con algún medio en específico?
No tengo resentimientos. Ni siquiera con Caracol, que me sacó la versión libre, que entre otras ya había sido pública, de Mancuso durante 17 minutos en prime time, a las 7:30 p.m. Los medios cumplen con una función vital en la democracia, así cometan excesos.
¿Qué es lo que más va a extrañar de ser el copiloto del vehículo nacional?
La información. ¡Ay Dios mío, la información que pasaba por ahí! Pero ya sé dónde buscarla.
MARÍA ISABEL RUEDA
ESPECIAL PARA EL TIEMPO
Mucha nostalgia, mucha. Mi señora sí está feliz. Pero tengo también la sensación del deber cumplido, de haber llegado con cero expectativas a mi alrededor, contra un editorial de EL TIEMPO en el que decían que era un imbécil... Superé esas expectativas y salgo sin haberle hecho daño a nadie, con una imagen muy positiva y con la satisfacción de haber hecho parte, más que de un gobierno, de un proyecto, como fue el de rescatar a este país del desastre.
¿Deja enemigos, como Vicepresidente?
Sí. Todos los bandidos, los corruptos, los narcos, la guerrilla... ¡Dejo muchas culebras!
¿El 'Pacho' Santos que entró es el mismo Francisco Santos que sale?
Mucho más formado el de ahora. Sabe de economía, derecho constitucional y administrativo, de política, de gobierno, Conpes, políticas públicas, cambio climático. Fue una gran universidad.
¿Aprendió a cerrar la boca?
Durante la presidencia fui muy parco, pero no me arrepiento de nada de lo que dije cuando hablé.
Pero, ¿se arrepiente de algo?
De nada. Aunque... tal vez sí. Cuando le entregué a la Corte Suprema la carta que me hizo llegar un señor sobre el tema de los Araújo y del Cesar, debí llamar a la 'Conchi' Araújo, que era la canciller, a decirle que lo había hecho. Pero igual la habría entregado.
Desde ese incidente, ¿nada volvió a ser igual entre usted y el presidente Uribe?
En estos ocho años no he sentido un ápice de distancia con el Presidente. Nunca fui lambón, pero tampoco ave de mal agüero. Le decía las cosas que tenía que decirle bajo la ley de la lealtad.
¿A qué se va a dedicar?
Me encantan el servicio público y la política, pero no descarto volver al periodismo.
¿Le ofrecieron reemplazar a Juan Gossaín en RCN?
Es cierto que me hicieron esa oferta, y lograron marearme, porque es muy atractiva, pero todavía no hay nada acordado.
¿La Alcaldía de Bogotá también está entre sus planes?
Sí. Pero no me haga hablar de eso, porque el Gobierno no se ha acabado, aunque anticipo que va a ser una alcaldía difícil. El próximo Alcalde va a encontrar una situación fiscal compleja, una burocratización gigante difícil de deshacer. ¡Hay 70.000 empleados! Va a necesitar una reforma administrativa profunda, porque hay temas de corrupción graves. En Bogotá se ha perdido la institucionalidad.
¿Metro sí?
Se necesita, pero los estudios indican que esa línea movería apenas el 7 por ciento de pasajeros y costaría 2.500 millones de dólares. Hay que repensar todo el tema de movilidad en Bogotá y relanzar a TransMilenio, la gran innovación en materia de transporte público en el mundo. Perdió su vigor porque no se han hecho las inversiones que requiere este sistema.
Si hubiera sido 'Pacho' y no el Vicepresidente, ¿por quién habría votado: por Santos o por Mockus?
He dicho que Antanas es el político más moderno del país, pero lo escuché en la campaña con tal resentimiento, que rompió el molde. Juan Manuel, con la continuidad que garantiza en el momento más espectacular de Colombia para retomar su curso en los próximos diez años, era el indicado.
¿Es injusta la observación de que este Gobierno toleró la politiquería, sobre todo a partir de la primera reelección?
No es cierta. Lo que sí puedo decirle es que aquí ahora se es culpable hasta que se demuestra la inocencia. Los penalistas se quejan de que no tienen ni idea de cómo los jueces están interpretando las normas. La presunción de inocencia se acabó en Colombia. En una gran reforma a la justicia que emprenda el próximo gobierno hay que pasar la Fiscalía al Ejecutivo, para recuperar el equilibrio de poderes que se perdió. Hemos llegado a un gobierno de jueces, muy dañino para la democracia.
¿Justifica así el enfrentamiento entre el Ejecutivo y el poder judicial?
Independiente de quién tenga razón, el problema es de equilibrio de poderes. Una corte no puede durar un año usurpando una función constitucional del Presidente como es la de elección de fiscal, y la usurpó. La Corte Constitucional dicta sentencias en las que colegisla y cogobierna. Estamos en un momento de activismo judicial, que puede poner en peligro la democracia.
¿Cree que lo que pasa es que la justicia es antiuribista?
No diría eso, porque hubo partes del país en las que se pudo hacer justicia cuando antes no se podía. Lo que pasa es que los jueces no tienen ningún control. Cada uno hace lo que le da la gana y reinterpreta las normas.
Para cerrar el capítulo del tema paramilitar, ¿Colombia debería considerar una ley de punto final, como proponen algunos?
Ley de punto final no, pero sí una justicia transicional para juzgar la responsabilidad militar. Advierto que el Presidente es contrario a esto, pero creo que los militares han sacrificado sus vidas por nosotros. La debilidad de la conducción de la fuerza pública por parte de presidentes anteriores dejó expósito a todo el mundo. Por cuenta de eso, los militares estuvieron metidos en lugares terribles, con enemigos horribles, y cometieron errores. Hay que tener una mirada distinta de la que quieren imponer ONG desde la comunidad internacional.
¿Salva a algún antecesor de Uribe en esa mirada crítica retrospectiva?
Salvo a Barco. Del resto, todos en el mismo paquete, unos peores que otros.
¿Le gustan nombramientos hechos por el Presidente electo?
Mucho. Ángela Holguín y Germán Cardona, trabajaron conmigo. Juan Manuel tiene un mandato tan grande, que impone condiciones. Ojalá no se equivoque y no se deje imponer el apetito burocrático. Pero ojo a quién nombra.
¿Le gustaría Germán Vargas?
A Vargas le fue muy bien en las elecciones porque los uribistas que no atrajo Santos y que no votaban por Mockus encontraron esa tercera opción. Nadie lo atacó, porque la campaña estaba polarizada, pero una mirada más a fondo deja rastros que es interesante profundizar. Menciono dos: Vargas se le volteó a la coalición para elegir a registrador y Consejo Electoral; y se le volteó para elegir a un presidente del Congreso que no tenía las mejores condiciones morales.
¿A quién se refiere?
No doy nombres, pero si Juan Manuel pone a Germán de ministro del Interior, es obvio que lo puede hacer muy bien, aunque por tener unas ambiciones tan a corto plazo él a la vez representa un riesgo importante para Juan Manuel y para el futuro Gobierno.
¿Qué debe hacer Juan Manuel Santos con el Partido Liberal?
Enterrarlo. El futuro del país es consolidar 'la U' como un partido, profesionalizarlo, que se convierta en un gran partido de opinión.
¿Y con el Partido Conservador, que se ha vuelto tan pechugón: cogobernar con él?
Eso sí es más difícil, porque este es un país muy conservador, pero el partido como partido sí está muy inmerso en las maquinarias. El lado ideológico del conservatismo se lo chupó Uribe, que es el gran triunfador de las elecciones.
¿Santos debe invitar a Petro?
Tiene buenas propuestas para un tema prioritario, que es el de la tierra. En eso, Petro podría aportar muchísimo, pero no sé qué tan bueno sea para la democracia.
¿Qué opina de Angelino Garzón? En un mes, estará acostado en la que fue su cama 8 años...
Me alegra mucho entregarle ese espacio fantástico. Lo conozco desde 1987. Vi la pelea que dio en el Partido Comunista para acabar con la combinación de las formas de lucha, porque creyó en la UP. Lo vi llegar a mi casa con chaleco antibalas cuando cazaban a los de la UP. Le ha dado valor a la conciliación. Hizo una buena gobernación. Que no vengan con cuentos los panditos analistas de Hora 20 ó de la prensa, que no hacen sino 'pordebajear' a esta democracia, que hoy tiene como vicepresidente a un ex miembro del Comité del Partido Comunista. Hizo un gran trabajo en Ginebra. Se van a sorprender: se les va a crecer.
Dígame la verdad: ¿en qué estado deja su Gobierno a las Farc?
Se están reinventando. Se encuentran en estado muy precario, concentrándose en el núcleo más fundamentalista, lo que las hace peligrosas pero sin mayor posibilidad de volver a ser lo que fueron. La seguridad democrática debe evolucionar.
Recomiéndele a su primo, el Presidente electo, un Ministro de Defensa...
Enrique Peñalosa. Es un hombre flexible y la estrategia militar tiene que cambiar, entre otras, para lidiar con las fronteras.
¿Admite algún defecto de Uribe?
Él lo reconoce: ha dicho que no es una persona humilde. Pero eso hace parte del carácter con el que gobernó, y el país necesitaba esa zarandeada. Un presidente hiper- demócrata.
¿Reconoce que este Gobierno chuzó?
Algún día se sabrá la verdad de las chuzadas... No quiere decir que no se cometieron errores terribles en el DAS entre el 2002 y el 2005. Y habrá que asumir la responsabilidad. De ahí para adelante, ¿cree que Peñate chuzaba, que Pilar Hurtado chuzaba? A ellos no se les pasaba por la cabeza eso.
Pero el Presidente fue el que nombró a Noguera jefe del DAS...
Y ha dicho que asume la responsabilidad, pero se ha armado una estrategia política inteligente, que tiene elementos transnacionales, para deslegitimar a este Gobierno. Y cuando se sepa la verdad, las cosas quedarán en su sitio.
Y si tiene esa verdad, ¿por qué no nos la cuenta antes de irse?
Porque no la tengo toda.
¿De verdad cree que hubo un complot internacional contra este Gobierno, que se manifestó en inflar lo de las chuzadas?
No me cabe duda. Repito: a partir del 2005. Antes pasaron cosas graves, pero a partir de ahí se montó una grave mentira. Ninguno de esos expedientes aguantaría la revisión de un tribunal independiente.
¿Piensa igual de los falsos positivos?
Esa fue otra cosa. Penetración del narcotráfico y herencia del pasado, o si no, mire los casos ante la Corte Interamericana. Cuando este Gobierno se dio cuenta, se dio los lapos que ningún gobierno se ha dado en el mundo. Hay 300 militares ya condenados y 600 en juicio. ¿Qué país del mundo enjuicia a mil militares? Hay que hacerle un reconocimiento a Juan Manuel, y en eso actué de la mano con él. Como Ministro se dio una pela para montar todas las instancias de control que pararon eso de tajo.
¿Lo que está diciendo es que ni las chuzadas ni los falsos positivos se los inventó este Gobierno?
¡Pues claro!!! ¿Usted acaso no sintió que tenía chuzados sus teléfonos en otros gobiernos?
Si me está hablando de las épocas del proceso 8.000, sí.
Ah. Y el zar de la moral, zar de la inteligencia en el 8.000, escribe los domingos, cuando lo que hicieron fue lavarle las manos.
¿A quién le lavaron las manos?
A Ramiro Bejarano.
No entiendo la referencia....
El zar de la moral hoy en día es él, pero no investigaron lo que pasó en esa institución, o de pronto ahí sí funcionó la presunción de la inocencia, que hoy no funciona.
¿Se va bravo con los columnistas?
Todas las noches suelto una carcajada y me acuerdo de mi papá: Tenía razón... ¡Qué viejo tan sabio y cuánta falta le hace al país! Decía que de los odios no queda nada, y lo que vivimos aquí fue una situación permanente de odios. Si hubiera ganado Mockus tendrían que haber cerrado Semana, las páginas editoriales de EL TIEMPO y de El Espectador, porque sus columnistas se habrían quedado sin de qué hablar. Veremos qué se inventan con Juan Manuel. Me dejan un mal sabor el odio, el maniqueísmo y la manipulación con un objetivo político que se vio en unos sectores de opinión de la prensa editorial.
¿Quedó resentido con algún medio en específico?
No tengo resentimientos. Ni siquiera con Caracol, que me sacó la versión libre, que entre otras ya había sido pública, de Mancuso durante 17 minutos en prime time, a las 7:30 p.m. Los medios cumplen con una función vital en la democracia, así cometan excesos.
¿Qué es lo que más va a extrañar de ser el copiloto del vehículo nacional?
La información. ¡Ay Dios mío, la información que pasaba por ahí! Pero ya sé dónde buscarla.
MARÍA ISABEL RUEDA
ESPECIAL PARA EL TIEMPO
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