Martes, 28 de Septiembre del 2010 Por: Fernando Londoño Hoyos
Si hay un caso de complicidad escandalosa de un político con una fuerza criminal, si hay un caso manifiesto de aprovechamiento del crimen en su propio beneficio político, si hay un caso evidente y clamoroso de destrucción de los valores cívicos en función de la criminalidad para aprovecharse de ella es el de Piedad Córdoba.
No cabe ninguna duda de que la señora Piedad Córdoba entró en contacto con las farc, se hizo amiga de las farc, trabajó con las farc y para las farc, ante los ojos de todos los colombianos.
Nada de eso fue secreto, inclusive sus fotografías con alias Raúl Reyes en su campamento perdido en la selva cuando nadie la había autorizado para establecer esa clase de contactos.
La manera como manipulaba las conexiones de Hugo Chávez con las farc; Recuerden ustedes al ministro Rodríguez Chacín diciéndole a los guerrilleros de las farc que seguirían pendientes de su lucha.
Todo eso contribuía a crear un cuadro que no dejaba duda para ningún colombiano de bien desprevenido y que objetivamente quisiera mirar la situación.
Siempre nos preguntamos cuando empezaba la farc – política…
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