18 de diciembre
de 2011 | COLUMNA | Por: MARÏA ISABEL
RUEDA
En lo que a mí respecta, opino que nos esperan tres años de gestión de una Fiscal sin legitimidad y sometida a altas dosis de sospechas sobre sus actuaciones.
En entrevista con Semana, Carlos
Alonso Lucio nos informa, asumiendo la vocería de su esposa, la fiscal Viviane
Morales, que ella no renuncia. Por lo tanto, no se hable más de perritos. Yo
pienso, respetuosamente, que debería renunciar. Pero es una opinión personal.
Equivocadamente, algunos siguen empeñados en presentar esta polémica
como una intromisión indebida en la vida privada de la fiscal Morales. Nada más
equivocado. No estamos juzgando ni la plenitud de su vida sentimental, ni
sexual, ni afectiva. Sino vigilando las garantías de que será capaz de impartir
justicia de manera independiente y sin injerencias malsanas. Esta no es una
intromisión en la vida privada de la Fiscal. Es una intromisión en su vida
pública.
Nos interesa sobremanera saber a quién investigará, por qué y cómo. De
ahí que sea válido preguntarse si como Fiscal actúa bajo la poderosa influencia
de su esposo.
La columnista María Jimena Duzán dice que sí. Presenta evidencia muy
delicada de que Lucio llama a los fiscales subalternos de su esposa a darles
instrucciones. Y el ex ministro Fernando Londoño hace en su columna de EL
TIEMPO una impecable enumeración de los asuntos más difíciles de la justicia
colombiana, en los que, por la hoja de vida de Lucio, su esposa, la Fiscal, no
podrá intervenir de manera diáfana. Por ejemplo, en los procesos por la toma
del Palacio de Justicia, en los acuerdos de paz con el Eln, en la investigación
sobre el crimen de Álvaro Gómez, en la aplicación de la ley de justicia y paz y
sus correspondientes procesos contra el paramilitarismo.
¿Y por qué nos preocupa más este marido que los maridos de otras miles
de mujeres funcionarias públicas? Porque, en diversas etapas de su vida, Lucio
ha sido mensajero, intermediario o relacionista de las actividades más turbias
del país, y esa es la complicada plataforma en la que mejor encaja su
personalidad. Él mismo lo acepta en Semana: dice que "por la paz de Colombia"
fue miembro activo del M-19, agente del Eln, gestor de intereses del
narcotráfico como la no extradición, y asesor de los paramilitares. (Bajo una
fiscalía diferente, se estaría indagando si pagado o no.) Le prescribió una
denuncia por estafa en la Corte y lo condenaron por falsa denuncia. Estuvo
refugiado en Cuba varios años mientras fue prófugo de la justicia colombiana.
Por eso es tan difícil concederle a Lucio el simple estatus de esposo
enamorado.
¿Habría candidatizado el presidente Santos a Viviane Morales para cabeza
de la investigación penal de Colombia si para la época ella siguiera casada con
Carlos Alonso Lucio? Muy probablemente no, en responsable ejercicio de un poder
discrecional de carácter preventivo: de vieja data se conocen los intereses y
nexos de Lucio con las papas más calientes de la Fiscalía. La misma pregunta
para la Corte Suprema: de haber confirmado que ese matrimonio estaba vigente,
¿habría preferido más bien elegir a Juan Carlos Esguerra de Fiscal? Muy
probablemente sí. Su esposa, Julita Miranda, quien ha asumido con primorosa
dedicación el cuidado de nuestros parques naturales, se aterraría de exhibir
una décima del prontuario de Lucio.
De manera que el problema no es que esta pareja se siga descasando y
casando cuantas veces quiera. Sino que, al juntarse conyugalmente esta última
vez, se alteró el sistema de pesos y contrapesos, expresión tan de moda en la
justicia, que influye en las razones por las cuales se terna o no a una persona
para un alto cargo del Estado en un momento dado.
En lo que a mí respecta, opino que nos esperan tres años de gestión de
una Fiscal sin legitimidad y sometida a altas dosis de sospechas sobre sus
actuaciones. No puedo evitar que así vaya a ser. Pero sí puedo advertir que, si
no renuncia, así será.
¡SE ME
OLVIDA! Buen aniversario el del Malpensante. Quince años demostrando que pensar
mal en Colombia constituye un acto de inteligencia...
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1 comentarios:
Bueno,ella Viviane Morales. no renuncia pues es fiel seguidora de la politica de su jefe Samper.Le dirá a toda Colombia !Aquí estoy a aquí me quedo!
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