El Programa de Mockus ~ La Otra Mitad de las Verdades a Medias

Por: SARIGUERRA

No especulemos más acerca del programa de gobierno de Mockus.

No estoy dispuesta a escuchar que él no tiene programa porque sí tiene. Antes le exigimos más atención y responsabilidad con el país y era apenas natural teniendo en cuenta que nuestro voto es programático de lo que se colige que el programa del candidato es el real motivo de su campaña hacia la Presidencia. Antanas Mockus no conoce el país a cuya Presidencia aspira, señores, pero de política sí sabe y mucho.

Cualquier país tiene la importancia suficiente para exigir de un candidato a la primera magistratura un programa acorde a las metas de Estado a mediano y largo plazo, pero Colombia, además es un país en franco desarrollo, con unos indicadores negativos alarmantes en algunos aspectos y aventajados en otros; con una convulsionada agenda en materia de derechos humanos, inversión extranjera, comercio internacional y graves consensos contra el terrorismo continental y mundial.

Teniendo en cuenta eso, amigos míos, expectantes anhelamos desde este 15 de marzo y hasta la fecha que el susodicho candidato se expresase ante la solicitud de muchos interesados y de varios candidatos y tocó que los demás preguntáramos por la tal hoja de ruta, porque sus jóvenes electores pasan por alto cualquier falencia por incuestionable que sea.

Como es sabido, su segmento de votantes se construyó sobre topic trending, memética, manipulación de imagen y euforia colectiva, todo un laboratorio de sentimientos, que no por un compromiso serio del candidato con los miles de jóvenes que confían en su eventual mandato.

Es apenas notorio que un amplio sector de sus electores votan contra Uribe y su continuismo pero es triste que en realidad se entregan puerilmente al desconocido Rutenis. Porque si hay algo seguro frente a Antanas Mockus es que es el gran desconocido en sus 18 años de hacer política.

A Rutenis Antanas Mockus le falta mucha seriedad para asumir este país y cualquier otro. La irresponsabilidad lata en sus declaraciones y su conducta histriónica de hace algunos años, si bien no lo descalifican para el cargo,
sí genera graves reparos para su posible ejercicio del mismo.

Y no es sólo eso, es que su real compromiso con los problemas del país, aún no está probado. Mockus es alguien que ha vivido prácticamente oculto u ocultándose ante delicadas circunstancias del país y así es muy fácil afirmar:

“No estoy de acuerdo, hay que hacer algo nuevo” pero y dónde estuvo todo este tiempo en que el país se desangró luchando contra el narcoterrorismo? Cuál es su teoría al respecto, por qué no dio la cara y ofreció un camino alterno al que transitábamos?

Podríamos atribuirle desinterés en los espinoso de la polémica nacional o que tal vez no quiso comprometer su postulación futura y por ello se disimuló en la academia; tomó aire, espacio y se yergue catedrático de la moral. Es eso legalidad, Antanas? Más bien parecería oportunismo, porque la legalidad tiene un alto componente de valor que no se le ha visto en este tiempo.

Algunos dijeron en su época: Mockus el inescrutable. Otro dijera en estos días: Mockus el impredecible, y si dijéramos indefinible o indescriptible, serían palabras acertadas, pero en realidad todo se resume en que Mockus es un gran desconocido. Nadie puede describir con certeza su línea ideológica o de conducta y eso ya no es peligroso sino suicida en un país que ha mostrado su serio tesón en avanzar en todos los campos.

Qué esperamos, pues, de él? De alguien que pidió la renuncia al Presidente más popular, a quien ahora alaba sin cesar? Y lo hizo a sabiendas que iba a utilizar su programa? Porque en realidad es a esto que se reduce su campaña: Mockus sí tiene programa y es el mismo de Uribe porque contradictoriamente, el candidato de la legalidad no tiene programa propio, se pegará al que ya dio resultado.

Y lo ha dicho: “Construir sobre lo construido” eso no es retórica, sólo hay que entenderlo: El dejará fluir las instituciones y por eso no necesita un programa, amigos, porque ya lo tiene! Y es el de Álvaro Uribe Vélez. Pero atentos que eso no significa continuidad con políticas exitosas o reconocimiento a un gobierno que dio resultados. Esto no es más que la vieja práctica del alumno que toma prestada una tarea de su compañero y suscribe su propio nombre y dice: Aquí está mi labor. Insisto, es esto legal, amigos? Amanecerá y veremos.

Nota: Los conservadores siempre supieron que no ganarían la Presidencia (por lo menos eso pienso) pero querían un candidato firme con buena popularidad para negociar con firmeza excelentes opciones con el próximo gobierno. Pero como dice mi madre: “El ojo se les fue al pozo” porque ahora igual van a negociar, pero en inferioridad de condiciones porque es francamente bochornoso para ese gran partido (al cual pertenezco) que el candidato del PDA los supere en intención de voto y no tanto porque suba Petro sino que siguió bajando Noemí. No está bien decir esto, pero así como digo una cosa digo otra y: Se los dije!