04 de febrero
de 2012 | OPINIÓN | Por: Salud Hernández-Mora
No debería, mi
respetado general Alejandro Navas, comandante de las FF. AA., pedir perdón por
una salvajada que no cometió el Ejército.
Por desgracia, ni siquiera esa
injusta condena soluciona nada.
No debería, mi respetado general
Alejandro Navas, comandante de las FF. AA., pedir perdón por una salvajada que
no cometió el Ejército. Y si lo hace por disciplina, tenga por seguro que ese
día seremos muchos los que iremos a la Plaza Simón Bolívar a boicotear la orden
caprichosa de unos emperadores judiciales.
Acudiremos
con banderas de Colombia a tapar sus palabras obligadas con nuestros aplausos a
sus hombres. Son miles los mutilados, los enfermos, los que dejaron -y siguen
dejando- la vida por defendernos, cientos los secuestrados, decenas los
desaparecidos. Que hay manzanas podridas que vejan el uniforme, autoras de
crímenes espantosos, es innegable y por eso es justo que paguen duras condenas
y sus mandos pidan perdón a los colombianos.
Pero el
Palacio de Justicia lo asaltó una banda terrorista que entró a sangre y fuego,
asesinando inocentes desde el primer minuto. No fue, como dijo el otro día
Clara López, un "aventurismo político" de los revoltosos integrantes
del M-19. Se trató de un crimen brutal, financiado por Pablo Escobar, en el que
los guerrilleros despreciaron, como siempre, la vida de sus compatriotas.
Y aún no
hemos escuchado los perdón, perdón y mil veces perdón de labios de todos los
M-19 que por fortuna -y gracias a la generosidad de sus conciudadanos-
regresaron a la civilidad. Por el contrario, hace unos años, en Bogotá, se
reunieron para cantar emocionados el himno de su banda terrorista y recordar
con nostalgia su pasado. Por tanto, necesitamos oír su sincero arrepentimiento,
así como la verdad de lo ocurrido, porque nos siguen mintiendo.
Sobre el
llamamiento que hacen los dos magistrados del Tribunal Superior de Bogotá a la
CPI para que enjuicie a Belisario, me pregunto: ¿a quién le hacen el mandado?
¿A Yesid Ramírez, expresidente de la anterior Corte Suprema? Pueden ser
ignorantes, pero no tanto como para desconocer que lo del expresidente es un
imposible jurídico. ¿No será su objetivo sentar un precedente para dictar lo
mismo en sentencias posteriores que se refieran a Álvaro Uribe? Veremos.
Y en cuanto
al fallo contra el coronel Plazas Vega, es un exabrupto completo. Tuve la
infinita paciencia (deberían dictarles clase de redacción a fiscales, jueces y
abogados) de leerme las 968 páginas y coincido con el magistrado que salva su
voto. No sólo "la investigación brilla por su ausencia" y los
distintos tribunales, además de la Fiscalía, acomodaron pruebas y testimonios a
su antojo, sino que al oficial lo condenó su protagonismo mediático en la
desastrosa retoma. Era el chivo expiatorio más fácil.
Queda en
evidencia que los otros dos magistrados del Tribunal Superior -que despreciaron
el trabajo juicioso que realizó su colega durante año y medio como ponente-
utilizan sólo lo que les conviene de unos testigos de cargo cuyas declaraciones
insultan la inteligencia de cualquier ser humano. Son contradictorias, cargadas
de incongruencias, de lagunas, de imprecisiones, de falacias. Es tan evidente
que falsean sus testimonios, que solo unos togados con intereses ajenos a su
obligación de dictar Justicia ciega pueden tenerlos en cuenta. Es más, cómo
serán de llamativas las mentiras y la falta de pruebas confiables, que aun
tergiversando el material sometido a su revisión no pudieron endilgarle sino
dos desapariciones de las once iniciales.
Por desgracia,
ni siquiera esa injusta condena soluciona nada. Seguimos sin conocer todos los
pormenores de lo que ocurrió ese día tanto en la Presidencia como en el
interior del Palacio y con los desaparecidos. Lo único seguro es que si los del
M-19 no cometen aquel acto de barbarie infinita, nadie habría llorado muertos
ni vivido una tragedia.
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