LA COMBINACION DE TODAS LAS FORMAS DE LUCHA ~ La Otra Mitad de las Verdades a Medias

Por: RICARDO DE JESÚS CASTIBLANCO BEDOYA

Aún antes de la llamada guerra fría, el comunismo internacional se había fijado como meta la conquista de Latinoamérica, la tesis de la combinación de las formas de lucha esbozada por José Stalin, y desarrollada teóricamente por Andrei Jdnaov, fue impuesta a los partidos comunistas del continente, siendo el PCC, servil a la URSS, el primero en incluirlo como parte de su estrategia política, hacer avanzar su causa mediante las armas y la subversión.

Lenin siempre sostuvo que la labor del comunista era aprovecharse de todo movimiento popular contra las calamidades particulares del imperialismo, en favor de la agravación y amplificación de las crisis; Lenin señalaba que en ningún caso el marxismo se limita a las formas de lucha posibles y existentes en un momento dado, señalando la inevitabilidad de nuevas formas de lucha en cada momento como consecuencia de coyunturas sociales, políticas o económicas, que deben ser utilizadas para profundizar la crisis.

En aplicación de esa doctrina, el PCC había establecido desde 1930 la táctica de la llamada autodefensa de masas, para sabotear de manera violenta la reforma agraria que impulsaba Enrique Olaya Herrera, tratando de crear la república independiente cuyo centro era Viotá y se extendía a otras regiones del Sumapaz y del Tolima (Chaparral), con el fin de provocar la acción legítima del Estado y poder sustentar la teoría de la violencia oficial que maneja desde entonces para justificar la acción armada y presentar a los bandidos como víctimas del Estado (La Correspondance Internationale, órgano del Komintern de la URSS, No. 103, 3 de noviembre de 1935, pág. 1.506).

Con esa misma teoría, la violencia oficial, durante los años 50, el PCC orienta la creación de bastiones autónomos de guerrillas ofensivas en regiones del Tolima, Cundinamarca, Caldas, el Meta, aprovechándose de los grupos armados que dirigía el Partido Liberal en su sublevación contra el Estado y que fueron causa de la primera violencia en el país. Inicia su agresiva campaña de infiltración en los sindicatos, el movimiento estudiantil, las organizaciones comunales y crea desde entonces células de infiltración al Estado en círculos políticos, universitarios, sociales, judiciales y religiosos, intentando sin éxito penetrar a las Fuerzas Militares y de Policía.

El PCC explotará de manera perversa los hechos del 9 de abril de 1948; en aquellos tiempos el comunismo internacional había desplazado a Bogotá un contigente de mercenarios de varios países con el fin de sabotear la IX Conferencia Panamericana (Genovefa Etienne y Claude Moniquet, Historie de l'espionnage mondial. Kiron-Èditions du Felin, París, 2002, T.2 pág. 164), y encontraron en el magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán, provocado por las febriles elucubraciones de un individuo solitario y resentido contra el líder liberal, que pocas horas antes lo había despreciado en su oficina, Juan Roa Sierra, para pretender generar una sublevación general que permitiera la toma del poder por una junta revolucionaria, que por supuesto ellos orientarían, como recientemente lo habían logrado en Corea del Norte (16 de febrero de 1948).

Debe recordarse que el PCC propició toda clase de animosidades contra Jorge Eliécer Gaitán, que había rechazado cualquier alianza con los comunistas criollos; en aquella época el PCC desarrolló una intensa campaña que mostraba a Gaitán como fascista mussoliniano, xenófobo y antisemita (estaba fresca la memoria del Holocausto), orientando la votación a favor de Gabriel Turbay, el candidato oficial del Partido Liberal, y provocando la división de los liberales que permitieron el triunfo del candidato conservador.

Crean entonces un estado mayor insurrecto del que hacían parte, entre otros, Gerardo Loayza, Isauro Yosa conocido como el mayor Líster, como homenaje a Enrique Líster, un fanático estalinista que dirigió operaciones sanguinarias durante la guerra civil española, a partir del cual crearon comandos revolucionarios que encendieron la violencia en Chicalá (1949) que fue la sede del Comité Comunista de Chaparral, lo mismo que en Buenos Aires, Ambeima, Irco, La Marina y Horizonte, todos dentro de la jurisdicción de Chaparral. A estas creaciones concurre un misterioso y nunca identificado camarada Olimpo, ex empleado bancario en Cali y militante del PCC, cuyo alias en Chicalá era Tritón y sobre cuya identidad hasta Tirofijo se preocupó por no difundir, en tanto fue el cuadro que se preocupó de la formación política de los líderes guerrilleros liberales coptados, el antecesor directo de alias Jacobo Arenas, miembro del Comité Central del PCC hasta su muerte.

La república independiente de Marquetalia, será el resultado de la convergencia de los destacamentos comunistas de Rionegro, La Herrera y Planadas, con el apoyo de los elementos armados enviados desde Miraflores, que tenía como objetivo el eje conformado por Ibagué, Neiva, Popayán y Cali (a partir de los núcleos creados en Caicedonia); allí aparecería el prófugo de la justicia Pedro Antonio Marín que buscaba la protección de su amigo Isauro Yosa.