Martes, 19 de Octubre de 2010 Por William Calderón
Lánguida gestión. Con el agua que se escapa entre los dedos comparan algunos colegas la gestión de Jaime Arrubla al frente de la Corte Suprema de Justicia.
En primer término, no logró su elección como presidente titular. Segundo: No generó los acuerdos necesarios para la elección del sustituto de la magistrada Isaura Vargas, tras un año de vacancia. Tercero: no logró propiciar consensos para elegir Fiscal y proveer las vacancias en el máximo tribunal.
Sin quórum. Además de la vacante de la doctora Vargas y los retiros de los magistrados Luis Javier Osorio y de Valencia Copete, se suma la eventual ausencia de Augusto Ibáñez, quien aspira a la embajada en Suecia, desde donde buscaría una silla en la Corte Penal Internacional, posibilidad ofrecida primero al vice-fiscal Fernando Pareja por el bloque mayoritario que lidera el magistrado Ricaurte.
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