11 de septiembre de 2011 | OPINIÓN | Por: Francisco Santos
Con este terrible atentado se inaugura la era del megaterrorismo. ¿Qué viene? ¿Cyber ataque a gran escala? ¿Bioterrorismo? ¿Bombas sucias? Solo se necesita de unos pocos locos para superar este terrible acto de muerte.
A las 8 y 46 de la mañana comenzaron las dos horas que
cambiaron el mundo moderno. Si en la década de los 10 fue la primera guerra
mundial, en los 40 la segunda y en los 60 Vietnam, para nuestra generación fue
el 11 de septiembre del año 2001. Es tal el impacto de este hecho sobre
la conciencia colectiva que son pocos los que no se acuerdan donde estaban en
ese momento de ese día hace diez años.
El atentado de las torres gemelas
desencadenó dos guerras regionales, Afganistán e Irak, profundos cambios
políticos en el mundo como la elección de Barack Obama y dio al traste con
gobiernos como el de Aznar en España. De paso dejó centenares de muertos en
atentados como el de Atocha en Madrid, el de Londres o el de Bali para solo
mencionar algunos.
Que tanto esa guerra de religiones, o
de civilizaciones como decía el profesor Samuel Huntington de Harvard, que le
quiso imponer el islamismo radical a occidente tuvo algún efecto en la
primavera de oriente medio aun esta por verse. Pero occidente, el mundo árabe y
persa e incluso África y Asia son hoy distintos.
Lo primero es la lección aprendida. 19
fanáticos con baja tecnología lograron dejarle un ojo morado a la
superpotencia. Con este terrible atentado se inaugura la era del
megaterrorismo. ¿Qué viene? ¿Cyber ataque a gran escala? ¿Bioterrorismo?
¿Bombas sucias? Solo se necesita de unos pocos locos para superar este terrible
acto de muerte. Y si bien Al Qaeda
está debilitado no está muerto. Mucho me temo que esta generación vivirá otro
ataque de destrucción masiva.
Somos un mundo mucho menos tolerante. La
inmigración es vista como una amenaza y el aislacionismo esta cada vez más de
moda. Si bien Bin Laden no logró la guerra de civilizaciones si produjo un
occidente que mira con sospecha y susto al mundo musulmán y que frente a la
inmigración, que además necesita, cierra las ofertas y la reduce a lo mínimo.
El sueño de George Orwell se abre paso
en nuestras sociedades democráticas. En aras de la seguridad nos dejamos
empelotar antes de montar en avión o nos toman fotos cada ciertas cuadras en
las distintas ciudades del mundo. Las bases de datos masivas y el
empadronamiento virtual son ya practicas comunes. Que tanto es solo por
seguridad o por el desarrollo tecnológico es irrelevante. Finalmente el gran
hermano es una realidad. Tenemos mas libertad de conocimiento y de comunicación
pero somos menos
libres.
Claro ha sido una década maravillosa
también. China e India hoy son dos grandes jugadores económicos que han
jalonado la economía mundial. Ha sido la década de facebook, de Twitter, de
smartphones y tablets. Verdaderamente podemos decir que hoy vivimos en una
aldea global.
Pero parafraseando a Marx en su
manifiesto comunista de hace 160 años, “un espectro se cierne sobre
el mundo: el del terrorismo”. Este mundo que se reduce de tamaño cada segundo y
que esta cada vez más interconectado no ha visto el final de eso que empezó
hace diez años y que para siempre, para bien o para mal, quedó impreso en el
imaginario de las víctimas y de los victimarios y de sus sucesores como una
derrota o como un éxito del fanatismo que hoy llega con facilidad al más
recóndito rincón de la tierra.
Tweet |
0 comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios de usuarios anonimos llenos de odio y con palabras soéces y/o calumniadores, serán eliminados.