10 de septiembre de 2011 | POLÍTICA | Por: Cecilia Orozco Tascón
El industrial Fabio Echeverry Correa, el dirigente más poderoso que ha tenido la ANDI en su historia, gran amigo de Álvaro Uribe, lanza una teoría de alarma: si el presidente Santos y Uribe se distancian del todo, el país puede vivir una nueva época de violencia partidista, similar a la de los años 40 y 50 del siglo pasado.
Cecilia Orozco Tascón.- A sus 78 años ¿Está retirado?
Fabio Echeverry Correa.- No me he
retirado de nada.
C.O.T.- Entonces ¿Cómo ve la política
nacional?
F.E.C.- Con gran preocupación.
C.O.T.- ¿Por qué?
F.E.C.- Porque hay muchas fuerzas
políticas y económicas que parecieran tener como meta que el presidente Santos
y el expresidente Uribe sean enemigos. Me consta el aprecio y el respeto que se
profesan. El país sabe que ellos han trabajado unidos para conseguir los mismos
objetivos. Entonces no me explico por qué ahora tendrían que distanciarse.
C.O.T.- Pero nadie los obliga. Sin
embargo cada vez que pueden, dan declaraciones que incentivan las
especulaciones. Siempre que habla Uribe, echa un vainazo.
F.E.C.- La máxima expresión de afecto y
amistad de Uribe por Santos se dio cuando le pidió a sus seguidores que votaran
por Santos. Alrededor de un millón 700 mil votos en Antioquia no lo consigue ni
Santos ni nadie sin el respaldo de Uribe. Eso no se puede olvidar.
C.O.T.- ¿Acepta que ellos han dado pie
para que se hable de enfrentamiento?
F.E.C.- Sí. Los dos han hecho
declaraciones fuertes pero no hubieran llegado a darlas si no los hubieran
incitado.
C.O.T.- ¿Quiénes los incitan?
F.E.C.- Los oportunistas que viven en
un territorio donde llueve muy fuerte y como no tienen paraguas, buscan uno
para resguardarse. Ninguno mejor que el de Santos o el de Uribe. Los
oportunistas son los que incitan, excitan y llaman a que haya peleas. Lo que
más me preocupa es que la instigación puede tener efectos catastróficos, tal
como sucedió a finales de los años 40 cuando casi desaparece Bogotá. Y en los
50, cuando terminaron de pelea tres grandes amigos: Gómez, López y Santos.
Luego llegaron las otras guerras (las del narcotráfico) que nos mostraron en
dónde estaban los verdaderos
enemigos. No hay que perder de vista estas lecciones.
C.O.T.- ¿No es muy alarmista? ¿Por qué
el distanciamiento entre Uribe y Santos conduciría a una violencia partidista
similar a la del siglo pasado?
F.E.C.- Porque la incitación proviene
de grupos con intereses económicos y personales. Se trata de los mismos que se
adhieren a los grandes actores, es decir a Uribe y a Santos, para instigarlos
en beneficio de esos intereses. Estamos advertidos de lo que sucedería. Mucha
gente está dedicada a puyar y recuerde que por mansito que sea el perro, si
usted lo puya 20 veces, él se voltea y la muerde. Si los siguen instigando,
alguno de los dos va a morder al otro.
C.O.T.- ¿Es la clase política la que
incita la pelea Santos - Uribe?
F.E.C.- Sí y me perdona, pero también
los medios de comunicación.
C.O.T.- ¿Los periodistas que solo somos
los mensajeros de lo que sucede?
F.E.C.- Sí, todos ustedes. Hay algunos
que son tranquilos y se escapan de la tendencia general pero la mayoría ha
hecho gran daño.
C.O.T.- Usted tiene todo el derecho de
pensarlo pero insisto: las versiones no salen de la nada. Santos y Uribe le han
enviado al país el mensaje de que el uno es distinto del otro aunque en el
fondo sean parecidos.
F.E.C.- Suponga que las visiones de
cada uno de ellos son diferentes. De todas maneras son conciliables y
manejables tranquila, educada y pausadamente. Hace falta que alguien logre que
haya una reunión de Uribe con Santos.
C.O.T.- ¿No es inútil? Uribe no va a
dejar de pensar lo que piensa por reunirse con Santos.
F.E.C.- Cierto. Uribe no cancelará lo
que piensa ni Santos pensará como Uribe. Éste gobernó el país como le pareció.
Santos está en su derecho de hacer lo mismo. Eso no es óbice para que se
reúnan, conversen y busquen soluciones. Pero sin ‘lagartos’ a su lado.
C.O.T.- ¿‘Lagartos’? ¿Los que
estuvieron cerca de Uribe y ahora aparecen al lado de Santos?
F.E.C.- Sí, esos. Los políticos que
visitan la Casa de Nariño ahora, que son los mismos que iban allá hace tres,
cinco y ocho años.
C.O.T.- Y ¿dónde deja a la clase empresarial
a la que usted ha pertenecido? Esta también busca estar cerca del presidente de
la República cualquiera que sea.
F.E.C.- Cuando uno dirige una empresa
del sector privado no se puede poner en contra de los gobiernos. Los gremios
existen para que den las peleas con los ministros y con los mandatarios. A mí
me decían que era muy peleador cuando estuve en la Andi durante 18 años. Sí,
tengo que reconocer que los critiqué y paralelamente valoraba su buena gestión.
Hoy se critica con avaricia y hay apetito por sacarle a todo el mundo palabras
ofensivas.
C.O.T- ¿En qué se diferencian Santos y
Uribe?
F.E.C.- El estilo y la forma definitivamente
son distintos.
C.O.T.- ¿Y el resto? Por ejemplo, para
Uribe la prioridad casi única era la seguridad. Santos parece tener otros
intereses…
F.E.C.- Le voy a decir por qué: cuando
Uribe recibió el país, éste estaba infartado. El doctor Santos acompañó al
presidente desde el ministerio de Defensa, compartió sus tesis y las aplicó.
Gracias a lo que hicieron juntos, Santos recibió otro país. Por eso puede
dedicarse a otros temas. Los momentos son distintos.
C.O.T.- Bueno, si se identifican ¿Cuál
es el problema? ¿Por qué no conversan?
F.E.C.- Han faltado conciliadores,
personas equilibradas que piensen primero en el país que en sus puestos, o en
sus recomendados, o en sus presupuestos, o en sus asignaciones, o en sus
regalías. Se requiere gente que sea más honorable en su comportamiento con
Colombia.
C.O.T.- De cualquier manera, no debe
ser nada grato que le respiren a uno encima todo el tiempo diciéndole cómo
hacer las cosas…
F.E.C.- El que tiene que trabajar ahora
es el doctor Santos y el presidente Uribe debería intervenir menos porque ya no es el
presidente. Pero también es cierto que exageran las intervenciones de éste.
C.O.T.- Creo que ha dado en el clavo:
Santos es el presidente y Uribe debería hacer menos comentarios.
F.E.C.- No creo que haya ningún
expresidente colombiano que no haya intervenido o tratado de intervenir después
del fin de su gobierno. Uribe ha hablado bastante más que el promedio. Luego,
cariñosa y respetuosamente, yo le diría que debe opinar un poco menos y no hacer
declaraciones públicas.
C.O.T.- ¿Qué opina de la ley de
víctimas y restitución de tierras? Ahí sí no parece haber encuentro…
F.E.C.- Deberían conversar sobre
ese tema. Tal vez uno le ayude a detectar al otro los problemas que se
presentarán. A la gente a la que le quitaron sus tierritas, se las deben
restituir. Lo que todavía no sé, es cómo el Estado lo hará posible. Yo fui
campesino 100% del total del tiempo durante diez años. Y cuando uno ha vivido
así, sabe la soledad en la que está el hombre de campo. Cuando anochece, no hay
autoridades, energía, acueducto ni quién le procure su comida. Agréguele a ese
escenario, un grupo de matones que llega a usurparle la tierra ¿Qué hace?
C.O.T.- ¿El expresidente Uribe estará
de acuerdo con el mensaje de “justicia social” que explica la ley de víctimas y
de tierras?
F.E.C.- honradamente no soy capaz de
darle esa respuesta. Ahora, Uribe conoce mucho el campo porque lo ha trabajado.
Fácilmente le podría dar buenas ideas al presidente.
C.O.T.- ¿Quién tendría la capacidad de
reunirlos?
F.E.C.- Tres o cuatro personas
competentes, serias, experimentadas en las que los dos confíen.
C.O.T.- Me perdona si soy aguafiestas
pero me parece imposible que no haya heridas. Por ejemplo, están reventando las
investigaciones sobre
actos de corrupción que se dieron en época del gobierno pasado ¿Uribe no
sentirá que el gobierno Santos lo está exhibiendo como corrupto?
F.E.C.- No sabría decir cuántos
escándalos se generaron en el pasado pero no creo que los actos de corrupción
hayan nacido en la época de Uribe. Sencillamente los medios de comunicación les
han hecho creer a sus audiencias que cuando se inició el gobierno de Uribe, el
país era de vírgenes y después se convirtió en una nación de vagabundos.
C.O.T.- ¿Por qué termina siempre
hablando contra los medios?
F.E.C.- Porque, por ejemplo, el tema de
que Santos quiere destapar la corrupción de la época de Uribe, no es ni del uno
ni del otro, sino de los medios. Va a tocar convocar a los directores de prensa
para pedirle que manejen la información constructivamente. Hasta las desgracias
uno las puede volver positivas si tiene criterio e inteligencia.
C.O.T.- Las eventuales negociaciones de
paz, cuya posibilidad está en el ambiente, abren otra brecha entre los dos
gobiernos. Si se llegara a unos diálogos con las FARC ¿Habría ruptura total?
F.E.C.- No sé como reaccionaría el
expresidente. No creo que le guste y para serle franco, a mí tampoco me
gustaría. Ese camino está más que recorrido y experimentado. No hay manera de
arreglar ese problema a las buenas, salvo que la guerrilla, en un acto heroico
dijera que entrega todo. No creo que eso suceda nunca.
C.O.T.- O sea que hasta ahí llegaría
ellos dos y usted también respecto de Santos.
F.E.C. – Es que ni el uno ni el otro
pueden hacer lo que quieran porque el Estado tiene unas reglas muy claras. Y
ellos tienen que cumplirlas.
C.O.T.- ¿Es usted de los que opina que
la justicia colombiana persigue a Uribe y a los amigos de él, como lo asegura
el exmandatario?
F.E.C.- Yo lo que creo es que quien
haya hecho algo incorrecto, debe pagarlo en el gobierno de Uribe, en el de
Santos o en cualquiera. Con lo que no estoy de acuerdo es con que mucha gente
intenta formar la opinión de la justicia a punta de comentarios sin fundamento.
Un indicio se vuelve noticia; la noticia se vuelve hecho; el hecho se convierte
en caso penal; al presunto responsable lo interrogan y finalmente, el mismo el
día, lo condenan. Yo he oído condenar casi todos los días a mucha gente en la
radio.
C.O.T.- En esta entrevista usted ha
criticado a los periodistas insistentemente ¿Por qué?
F.E.C.- Porque no están asumiendo su
responsabilidad institucional. Parece que no fueran privados ni que un
porcentaje importante de su propiedad fuera de capital extranjero invertido en
Colombia.
C.O.T.- Y esos nuevos puntillazos ¿A
qué se deben?
F.E.C.- A nada especial. Simplemente es
mi manera de pensar.
C.O.T.- Sus frases me recuerdan un
incidente ocurrido hace por lo menos 20 años cuando usted era el presidente de
la ANDI y envió una circular a sus afiliados diciéndoles que no le dieran
publicidad a un noticiero. Tuvieron que sacar al director ¿Está bien o mal contada la
historia?
F.E.C.- Es parecida pero no exacta. Era
ministra de Comunicaciones la doctora Noemí Sanín,
en el gobierno de Belisario Betancur. Como presidente de la ANDI mandé una
circular a los afiliados que eran cerca de 1.500. Les dije que la
vicepresidencia de comunicaciones de las empresas merecía tanta atención como
la vicepresidencia de producción, la de ventas o a la financiera porque era la
imagen de las compañías y la del sistema democrático de libre empresa las que
estaban comprometidas. Además decía que yo no creía que medios que vivieran de
las pautas, fueran los que se dedicaran a denigrar del sistema. Nunca dije que
les dieran o que les quitaran la publicidad.
C.O.T. Pero esa era la interpretación
correcta.
F.E.C.- Daniel Samper Pizano me llamó y
me preguntó por la circular. Le confirmé que la había enviado. Escribió una
columna tremenda y a la doctora Noemí, a quien quiero mucho, se le ocurrió que
tenía que intervenir. Salieron editoriales en el Tiempo de don Hernando Santos
y en El Espectador
de don Guillermo Cano. Luego se publicaron muchas opiniones de los columnistas
más importantes de la prensa del país. Estoy hablando de 20 o 25 periódicos. Yo
recogí todos esos artículos, publiqué un libro y después lo repartí gratis.
C.O.T.- Pero el director del noticiero
fue despedido.
F.E.C.- No creo que fuera por eso que
se retiró.
C.O.T.- ¿Qué piensa usted del escándalo
de las interceptaciones ilegales del Das?
F.E.C.- Empecemos desde el principio. A
mí me interceptaron las comunicaciones hace 20 años. El señor Pedro Juan Moreno
en un pasquín que tenía, transcribió conversaciones que tuve con amigos míos de
Argentina. Hablo de los años 92 a 95 cuando yo no estaba en la Andi ni andaba
en campaña ni tenía ningún cargo público. Estaba en mi oficina privada donde
trabajaba como asesor y consejero ¿Quién me grabó y para qué? No tengo ningún
problema en que lo sigan haciendo. Lo único que me preocupa es que editen.
C.O.T.- Pues eso es lo que yo voy a
hacer con la grabación de esta conversación…
F.E.C.- (risas) Me preocupa que me
editen, pero no que me escuchen o que me graben porque todo lo que hablo en la
vida se puede publicar.
Propuesta de reelección a Santos es
dañina
Cecilia Orozco.- Usted acompañó a
Álvaro Uribe en su campaña por la reelección en 2006. ¿Qué opina de que a sólo
un año de la presidencia de Santos ya haya quienes sugieren empezar a trabajar
sobre la reelección del actual jefe de Estado?
Fabio Echeverri Correa.- La figura de
la reelección fue aprobada constitucionalmente, pero considero que para llegar
a ese propósito primero es necesario mostrar excelentes resultados y, segundo,
hay que demostrar que se requiere más tiempo para completar la obra.
C.O.- ¿Eso quiere decir que la
propuesta de reelección de Santos es prematura?
F.E.C.- Más que prematura, es dañina.
C.O.- ¿Usted cree que la oposición
política debe tener garantías para su trabajo política y su misma
supervivencia?
F.E.C.- Por supuesto. Todas las
garantías que existan en un país donde opere la justicia y la libertad de
opinión.
C.O.- ¿Es usted un hombre de derecha?
F.E.C.- No. Trato de ser justo y
equilibrado. Hay conceptos liberales que no me gustan, pero me sucede lo mismo
con algunas ideas conservadoras y con otras comunistas. O al revés, me gustan
otras sin importar de qué partido son.
La
“mandona” y el “único egresado del colegio Patria”
C.O.- A usted parece gustarle, definitivamente,
el gobierno Santos.
F.E.C.- Sí, me gusta. Puedo tener
observaciones y críticas, pero el balance general del gobierno es bueno para
mí. Me preocupa el tema de seguridad, pero creo que se corregirá con el nuevo
ministro de Defensa. Está teniendo éxito también la doctora María Ángela
(Holguín), canciller, porque es competente y también organizada, mandona y
brava.
C.O.- (risas) ¿Le gusta la nueva
cúpula?
F.E.C.- Es un grupo especializado en el
monte y el nuevo ministro de Defensa conoce el tema y la idiosincrasia militar.
C.O.- ¿Le agrada el nuevo ministro,
porque es “casi un militar”?
F.E.C.- Pues es el único egresado del
colegio Patria (militar).
C.O.- (risas) ¿El presidente Santos le
está cuidando los tres huevitos al doctor Uribe?
F.E.C.- (silencio) En parte sí y en parte
se ha diferenciado de los temas centrales de Uribe. Pero eso es normal porque
son dos estilos distintos, y como dice el viejo refrán español, cada alcalde
manda en su año. Cambian los momentos, las circunstancias y la gente. Pero eso
no justifica que sigan dándoles ‘china’, como se dice en Antioquia, o sea,
abanico a la chimenea para que prenda más.
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