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Álvaro Valencia Tovar
Un intenso artículo de la revista Semana última, intitulado 'La mala noche de los generales', contiene una poderosa carga submarina "contra los generales del Ejército más disciplinado de América", como dijera en carta a Bolívar el héroe de Ayacucho José María Córdova al ser llamado por la justicia a responder por supuestos delitos contra subalternos en operaciones de guerra. Un título en mayúscula en el interior -'La justicia ahora es más drástica con los altos mandos militares, que antes eran intocables'- y varios apartes de la misma nota hacen aún más explosiva esa carga. Veamos algunos.
Aunque el protagonista central de la nota es el general Jaime Uscátegui, a quien el Tribunal Superior de Bogotá acaba de condenar a 40 años de prisión, revocando el fallo favorable del juez que lo excluyó de responsabilidad penal por la masacre de Mapiripán en el Meta, la revista enumera otros casos de generales enjuiciados pero que aún no han sido condenados y dice: "Lo que revela esta actuación de la Justicia es el fortalecimiento de la democracia". Y más adelante añade: "También demuestra que las autoridades civiles están por encima del poder militar".
Curiosas, por decir lo menos, las dos aseveraciones. ¿Por qué el sacrificio de generales prestigiosos y de brillante actuación en orden público fortalece la democracia, que precisamente defendieron con sus vidas y sacrificios sin cuenta a lo largo de muchos años? Además: ¿Cuándo los militares en Colombia no han estado sujetos al poder civil? Solamente en las tres brevísimas incursiones castrenses en el poder político, que otros generales contribuyeron a derrocar, restaurando la democracia republicana sin pedir nada por sí mismos. Por otra parte, los generales enumerados en el artículo no han sido condenados pese al larguísimo tiempo que han demandado sus procesos, como ya se dijo.
Si la drasticidad de la justicia contra los militares llega al extremo de la inhumanidad, como en el caso del coronel Plazas, en el que el ánimo persecutorio y la saña de la jueza de la causa le impidió visitar a su padre agonizante y luego asistir a sus exequias, además de sacarlo a viva fuerza del Hospital Militar con guardias armados del Inpec y negarle la prisión militar para enviarlo a la cárcel La Picota, el contraste con delincuentes comunes tratados con singular benignidad es dramático. Nos encontramos con la Guerra Jurídica cuya existencia muchos violentólogos se niegan a reconocer. Seguir leyendo...
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10 comentarios:
Como siempre, tiene razón el general valencia tovar. nuestra administración de justicia está muy infiltrada por las farc. basta ver la permisividad y el galantismo que muestra con los delincuentes capturados, frente a la severidad y al dolo con que maneja los procesos contra militares y policías. para nuestros fiscales, portar un uniforme hace sospechoso de cualquier delito al reo, pero disparar contra la población civil esgrimiendo un trapo rojo, es delito político y merece trato preferencial.
Porque el campo de batalla que estan perdiendo en lo militar lo estan llevando a los estrados judiciales donde estan armando su nueva lucha. y esa si la pueden ganar. el aparato judicial se permeo de estos bandoleros para lograr el cometido de detener su derrota en lo militar. esa es la realidad.
Si los adversos jueces siguen siendo injustos con los defensores de la patria, después no tendrán quien los defienda. y si detrás de los estrados judiciales están las armas de la nación, después no tendrán con quien hacer valer sus sentencias. se están clavando ellos mismos la cruel daga de su propio desatino. en las democracias se gestan animadversiones contra lo militar porque se cree, falsamente, que es un mal que no se puede tolerar. más, luego, cuando la delincuencia se haya empoderado y los peligros contra la nación sean inevitables, los defensores estarán tan desestimulados, desmoralizados y diezmados, que la patria no tendrá quien la defienda. las cosas serán a otro precio y será tarde llorar sobre la leche derramada. serán las lagrimas de mujer y el rechinar de dientes. destruyamos a nuestros defensores y luego lamentaremos nuestra falta de tino y de cordura. ¿o será que le estarán facilitando las cosas a micomandante chávez? amen.
Excelente columna señor general valencia. la justicia debe depurarse de tanto malandro y corrupto que tienen infiltrado en la administración de justicia, para beneficio de su propio pecunio o de su posición politica o ideológica. que belleza de justicia, los militares y policias presos y los terroristas haciendo leyes y campañas. no hay un solo politico condenado por farcpolitica, todos los miembros del m-19 indultados e indemnizados. la guerrilla sabe que no pudo en el campo de combate derrotar al ejercito, ahora busca acabar con su moral a través de la acción del aparato judicial. será que nuestros jueces piensan que no los colgaran y mantendran sus puestos, si triunfa la amenaza terrorista.
Desafortunadamente se están dando cuenta que la guerra política emprendida por las organizaciones narcoterroristas en contra del estado, tiene en las fuerzas militares y de policía su elemento más vulnerable y débil a la vez. a los militares no se les prepara para defenderse en los estrados judiciales sino para defender la democracia, amar la bandera y a su patria por encima de todas las cosas, hacer sacrificios de carácter personal y familiar. ningún colombiano del común ve eso. y la prensa ayuda a que esos generales de más de 30 años de servicio, dedicación y patriotismo hoy queden ante la opinión pública como delincuentes. muy triste y a la vez peligroso, desmotivar a las tropas con las acusaciones a las cabezas de la institución más respetada y admirada por todos los colombianos.
Paradójico. en este gobierno se han logrado los mejores éxitos militares, seguridad democrática, tranquilidad ciudadana, orden público e indicadores sociales. y es cuando más generales, sargentos y soldados han sido acusados, vilipendiados, perseguidos, degradados, perseguidos, despedidos y deshonrados. nada se habría logrado sin la entrega y el sacrificio de todos ellos. y eso que son los que han sobrevivido, porque, el resto, está en los panteones militares. esas frías lozas a donde nadie lleva agradecido unas flores ni elevan una plegaria. excepto familiares y dolientes cercanos. monumental ingratitud que nadie se merece. y ninguna o poca gratitud que solo algunos pocos beneficiados admiten. favor que ninguno de nosotros está en posibilidad de pagar y solo podemos acudir a dios para que los recompense. las tropas no son ciegas, lo ven y reflexionan. generales activos, no es imaginación, ved las cadenas y grillos que hoz esperan de retirados. amen.
Lo que esta pasando es de una gravedad incalculable,que desemascaren al exfiscal iguaran, a su equipo , que en la fiscalia han comprado testigos falsos, que se sepa quien los compro, y se llamen a juicio de lo contrario la justicia coja de colombia,seguira siendo un marririo para los colombianos si no se hace que lo investigue el tribunal internacional;pues uno de los delitos de lesa humanidad son los procesos,como el que le hicieron al almirante,arango bacci,como el que le estan haciendo a alfonso plazas y a tantos otros militares,acusados por testigos falsos,que se contradicen, que mienten,a los que les han pagado,son condenados sin juicio,y esto no puede quedar asi,so pena de una guerra interminable en el pais,pues la justicia,la verdad es paz,y lo que no es,conduce a la guerra,la muerte,y la violencia
Los idiotas útiles, ya sea por convicción o por pusilánimes o porque pierden el contexto de lo que realmente se juega en nuestro país, finalmente le hacen el juego a las farc y a todas las organizaciones que orbitan a su alrededor y que lo único que quieren, "combinando todas las formas de lucha" es ganar la guerra y crear aqui un estado marxista leninista
Como siempre, tiene razón el general valencia tovar. nuestra administración de justicia está muy infiltrada por las farc. basta ver la permisividad y el galantismo que muestra con los delincuentes capturados, frente a la severidad y al dolo con que maneja los procesos contra militares y policías. para nuestros fiscales, portar un uniforme hace sospechoso de cualquier delito al reo, pero disparar contra la población civil esgrimiendo un trapo rojo, es delito político y merece trato preferencial.
Nada justifica sacrificar una vida de servicio al pais. lo que esta ocurriendo con los sres oficiales de policia y ejercito es similar a tirarselos a una manada de chacales sin la mas minima oportunidad de defensa. el silencio de los altos mandos es complice con esta jauria. todo por la politiqueria del presidente y su altisima capacidad de manipulacion. si los altos mandos de ejercito y policia no hacen respetar los miembros de los organismos de seguridad, llegara el dia en el cual ante el abandono de los compañeros de armas, llevara a queningun hombre de bien quiera servir a la patria. repito nada justifica el sacrificio criminal de un miembro de nuestra fuerza publica..
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