Transitando caminos vedados, la Corte Constitucional parece aprestarse a declarar inexequible el proyecto de ley sobre el referendum pedido por más de 4 millones de colombianos, atendiendo al llamado del poder de los jueces que hizo un tristemente celebre presidente de la Corte Suprema de Justicia, favorecido ahora por la declaratoria de imposibilidad de crear investigaciones frente a las celebraciones que de ellos hagan los mafiosos en el país.
Definitavamente si estamos en poder de los jueces, ellos son los únicos capaces de decidir cuando un proceso les conviene o no, cuando aplican las normas o no las aplican, y si fallar en un sentido u otro puede afectar a todo el gremio. En ese sentido fallaron en estos días los jueces que dijeron que recibir homenajes de mafiosos no afectan la función judicial, pese a que otros favorecidos de homenajes similares fueron condenados por esas mismas instancias. Por hay supervive un magistrado que pese a las acciones de tutela y otros mecanismos legales fallidos, insiste en decir que los regalos de un mafioso, para él y su esposa, son apenas una muestra de la benevolencia de los colombianos, pero no ha sido sujeto de investigación, juicio y condena.Mientras el poder judicial dicta a diario resoluciones de acusación contra militares, permanece calladita frente a las acciones criminales de las organizaciones guerrrilleras; mientras produce resoluciones de acusación contra políticos y militares presuntamente vinculados a la acción de las autodefensas, nada dice de las acciones de quienes aprovechando su posición económica, social o política favorecen a las guerrillas o cualquier otra manifestación criminal, para presionar la decisión que debe tomar la Corte Constitucional.
No es el largo transcurrir de las organizaciones criminales Farc y Eln, muchas veces favorecido por gobiernos débiles, sino el tratar de desmontar la Política de Defensa y Seguridad Democrática y el Plan de Consolidación, y la continuidad del Plan Consolidación, lo que la Corte Constitucional mira en contravía a lo que pedimos más de 4 millones de colombianos pidiendo ese referemdum, y como ella misma dice apenas 1.500 ciudadanos se oponen, acudiendo a supuestos "vicios de forma" en la promulgación de la ley que les permite a los colombianos pronunciarse sobre la convoctaria.
Ya Uribe fue derrotado en una convocatoria de este tipo, ¿Qué miedo les asiste a los socialistas? Ser derrotados en las urnas frente a las propuestas leguleyas que hacen para impedir la convocatoria del pueblo, el mismo que dicen repesentar, (Profesor Navas, hay si te perdí todo respeto).
Dejen, de por Dios, que los colombianos nos expresemos, si ustedes ganan electorlamente, no hay problema, nos acogemos a la voz del pueblo que ustedes se empeñan en ignorar.
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