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Dic 10 de 1948
Peláez y Gardeazábal agosto 1 de 2018
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EN BOGOTA PRIMAN LAS MINORIAS ESCANDALOSAS SOBRE LAS MAYORIAS TRABAJADORAS

QUE LOS MORENO ROJAS, LOS DUSSAN Y LOS AMOROCHO DIGAN LA VERDAD
2010/03/03 | Por: RICARDO DE JESÚS CASTIBLANCO BEDOYA

Los bogotanos, sufrimos por 4 días las consecuencias de la decisión de 16.000 pequeños transportadores que afectan a 7.400 millones de habitantes; entre sus logros, quieren que se reconozca que el Transmilenio es un sistema exclusivo que solo favorece a minorías, 600 mil bogotanos en un universo de 7.4 millones de otros bogotanos o residentes en Bogotáque deben ser atacados a pedradas o bombazos, siempre y cuando no sean polistas, verdes o liberales.

E l  D e r e c h o  a  l a  P r o t e s t a  y  e l  B i e n  C o m ú n .

Ceo, y estoy convencido, que los últimos cuatro (4) días vividos en Bogotá, deben llamar a una reflexión común: ¿Hasta dónde la propiedad privada y los intereses particulares se anteponen al bien común?
 Personalmente podría alegrarme por los inconvenientes que sufra el Polo en su precaria formar de administrar y desorganizar una ciudad, pero el hecho va más allá de nuestras propias formas de interpretación política: El ejercicio de la gobernación debe atender primariamente el interés de los gobernados, de tal manera, no siendo gobernante, que la situación de Bogotá concita el interés de todos quienes la queremos.
No se, ni tengo evidencias, de que los pequeños transportadores obedezcan a intereses políticos, en los últimos años los vi promocionando al Polo como su alternativa de solución ante la indefinición de su situación después de creado el transporte masivo, Transmilenio, en la época de Peñalosa y estando en el gobierno nacional Andrés Pastrana; de lo poco que conozco de ese sistema, los pulpos del transporte público colectivo abrazaron el nuevo sistema sin abandonar el viejo, la viveza del negocio fue venderle a los conductores y pequeños propietarios el parque que entonces tenían, además de mantener una cierta capacidad financiera en el transporte público colectivo, como se denomina al que prestan buses, busetas y colectivos. Es decir un negocio redondo, si paran los unos sigo ganando con los otros.
Así como se investigó a los promotores del referéndum, valdría la pena que algún organismo de control, por exclusión la Personería Distrital dadas las inhibiciones que le obligan, se ocuparan de pensar e investigar lo que ha pasado con el transporte público de Bogotá desde las últimas administraciones.
Es que no es posible que además de los desajustes en las lozas que ocuparon la atención mediática hace pocos años, la improvisación y la desadministración sigan ocupando las primeras planas con las mismas instituciones, los mismos personajes y el mismo partido político al frente de la capital colombiana, y lo que es más vergonzoso que unos y otros se amenacen como única posibilidad de cambio o alternativa en el panorama capitalino.
Ya los ingenieros competentes han señalado la cadena de errores que la administración distrital ha cometido, pero parecen refractivos a la crítica, se ha dicho de todo, incluso desde el mismo Polo, del grado de corrupción a que ha llegado la Capital, pero sus representantes siguen indemnes a la crítica, marchan victoriosos sobre los contratos, las componendas, los acuerdos, e incluso por sobre su carnicería interna, intentando proyectarse como gobierno nacional a pesar de sus críticas y señalamientos que a nada conducen, porque es el mismo equipo trabajando por los mismos intereses.
El paro de transportadores, de los propietarios individuales de buses urbanos, que hasta antes del Transmilenio era conductores asalariados, es una expresión del cansancio del colectivismo que quiere imponer el Polo en Bogotá y que nunca se define si es capitalista como Lula o bolivariano como Chávez, o simplemente una continuación amarilla de los vicios de nuestra eterna politiquería roja, liberal, o conversadora, azul.
Moreno Rojas, al contrario de su abuelo, pasará a la historia como el burgomaestre que fue capaz de paralizar a 7 millones o más de colombianos; que por cierto, le roba el record a los 9 borregos que paralizaron a 4 millones; pero que en resumen muestra como el Polo no tiene la capacidad, la madurez, la decisión de gobernar al país sea cual sea su petrointención surgida de los petrodólares surgidos del petrobolivarianismo, que ahora deja colgado de la brocha a su petroalcalde.

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