ATENCIÓN:
Todos las publicaciones, mensajes y/o comentarios de este Magazine están bajo la
protección del Art. 19 de la Declaración de Derechos Humanos, que estipula:
"Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones opiniones y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión".
Declaración Universal de los Derechos Humanos; Asamblea General de la ONU 
Dic 10 de 1948
Peláez y Gardeazábal agosto 1 de 2018
Escucha"#PEGA Peláez y Gardeazábal, agosto 1 2018" en Spreaker.

A unos inocentes

16 de abril de 2011 | COLUMNA | Por: Andrés Felipe Arias

Seguimos rogando a Dios para que este actuar demencial contra todos nosotros algún día termine. No sólo los destruyen a Ustedes y a quienes desde afuera padecemos este calvario, sino que también destruyen a Colombia.
No dejo de pensar en Ustedes, sus hijos y sus familias. ¿Cuántos hogares destruidos? Cada imagen me transporta a mi hija, el bebé que viene en camino y mi esposa.

A mi propio suplicio. No dejo de pensar en la forma en que se ha destruido el buen nombre, la honra y la carrera de Ustedes y nosotros. Me niego a creer que en este país se le pague así a seres humanos buenos, honrados, transparentes y amantes del servicio público.

Lo único que Ustedes hicieron, junto a mí, fue servir con sacrificio, dedicación y honor a una causa que sacó a Colombia del abismo. ¿Cómo olvidar las extensas jornadas de trabajo, sábados y domingos incluidos, hasta más allá de la medianoche, para encontrarles salida a tantos problemas del campo colombiano? ¿Cómo olvidar las batallas que dimos y los enemigos que surgieron cada vez que dábamos un paso en la dirección correcta?

Ya no sé cómo más explicar todo lo que hicimos, la forma en que lo hicimos y los logros que obtuvimos. Siempre con dedicación, honestidad y buena fe. Pero quienes están perpetrando este sufrimiento y este castigo parece que no quieren escuchar. Pido a Dios que algún día los verdugos se den cuenta del daño que hacen a Colombia.

Gracias a Ustedes pudimos recuperar el campo colombiano. Gracias a Ustedes pudimos reducir el desempleo rural a niveles bajísimos. Gracias a Ustedes logramos romper el incremento del día a día en el costo de los alimentos. Eso, aunque otros lo quieran tapar, es trabajar por los campesinos y los más pobres de Colombia.

Gracias a Ustedes logramos que las entidades del sector agropecuario obtuvieran certificación de calidad y mejoraran notablemente su Índice de Transparencia. Gracias a Ustedes pudimos entregar 5 millones de hectáreas a 223 mil familias pobres del campo. Gracias a Ustedes hay menos pobreza rural en este país.

Gracias a Ustedes hoy en día los campesinos de Colombia cuentan con una enorme batería de herramientas, instrumentos y apoyos que nunca antes tuvieron. Así otros deformen lo que hicimos o simplemente cambien el rótulo, la esencia de lo que creamos prevalece y se mantiene por el bien del campo colombiano. Eso alivia un poco el alma.

Pero qué triste. Muchos funcionarios honestos empiezan a pasar sus renuncias. Esos funcionarios los conocen y se ven reflejados en Ustedes. Saben que Ustedes son honrados, juiciosos, inteligentes, trabajadores y que hicieron un trabajo impecable. Pero también se dan cuenta de que el camino que les espera puede ser la cárcel y la destrucción de sus familias. Especialmente si llegan a quedar involucrados, sin quererlo, en medio de una revancha política.

Por ello, seguimos rogando a Dios para que este actuar demencial contra todos nosotros algún día termine. No sólo los destruyen a Ustedes y a quienes desde afuera padecemos este calvario, sino que también destruyen a Colombia.

Entre tanto, nunca olviden el Invictus de Mandela: "Más allá de la noche que me cubre, negra como el abismo insondable, doy gracias a Dios por mi alma invicta... En las azarosas garras de las circunstancias nunca me he lamentado ni he pestañeado; sometido a los golpes del destino, mi cabeza está ensangrentada, pero erguida... Más allá de este lugar de cólera y lágrimas donde yace el Horror de la Sombra, la amenaza de los años me encuentra, y me encontrará, sin miedo... No importa cuán estrecho sea el portal, cuán cargada de castigos la sentencia, soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma".

Esto pasará. Porque Dios sí existe y nos conoce. Para la, verdad el tiempo; para la justicia, Dios.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios de usuarios anonimos llenos de odio y con palabras soéces y/o calumniadores, serán eliminados.