3 de septiembre de 2011 | La Claridad | Por: Paloma Valencia Laserna
Muchos militares sienten que hay una persecución por parte de entidades que se hacen pasar como defensoras de los derechos humanos, pero que en realidad son una línea de acción más de la guerra que enfrenta el país.
El nombramiento de Juan Carlos Pinzón como nuevo
Ministro de Defensa cayó bien. Se trata de un funcionario probo e inteligente.
Conoce las fuerzas militares, pues como viceministro de Defensa de Santos
destacó en varia áreas. Fue Pinzón quien terminó de unificar la central de
compras de las Fuerzas Armadas, y fue efectivo en la planeación del recurso
extraordinario. Consolidó el grupo empresarial de seguridad y defensa –Gesd-
donde se agruparon las 18 empresas del sector en un holding -tal vez de los más
grandes del país- para ser administradas con criterios empresariales.
El nuevo Ministro viene de padre
militar que llegó a ser Coronel de la República, y está casado con una hija de
militar. Ello le da una honda comprensión de las Fuerzas, y a los militares la
certeza de que se trata de un hombre con las cualidades para ocupar este cargo,
pues empatiza con su función y estructura.
Los desafíos que enfrenta son variados
y difíciles. Debe restablecer una línea de mando, diluida la existencia en la
Presidencia de la República de los Altos Consejeros. En casi todos los
sectores, la interacción entre Ministros y los Altos Consejeros ha causado
enfrentamientos y desbalances. El aparato institucional sigue sin saber cómo
integrar las dos figuras en la estructura jerárquica. Se dice que el saliente
ministro Rivera no logró solucionar las tensiones con el alto consejero
Jaramillo y eso afectó su liderazgo; las órdenes salían de dos cabezas y a
veces eran contradictorias. Esto no será un problema para Pinzón quien goza de
confianza con el presidente Santos.
Tiene además que atender la llamada
guerra jurídica. Muchos militares sienten que hay una persecución por parte de
entidades que se hacen pasar como defensoras de los derechos humanos, pero que
en realidad son una línea de acción más de la guerra que enfrenta el país. La
moral de las Fuerzas parece afectada; para muchos se ha vuelto más seguro cesar
las acciones, pues aquel que las emprende termina ‘empapelado’. La depuración
del Ejército es fundamental, pero paralelamente debe haber un fortalecimiento
de la justicia penal militar y la organización de la defensa de los militares,
pues tampoco es admisible que la Justicia arrincone a los hombres que cumplen
con su deber.
El negocio de las drogas sigue siendo
el motor que financia la guerra; esa guerra por las zonas inhóspitas donde se
cultiva no da tregua. Pinzón tendrá que seguir trabajando para que la sociedad
civil entienda que el Ejército es de Colombia, de todos los colombianos. La
sociedad civil no es un actor neutro en el conflicto. La guerra se da contra el
orden democrático que representamos y el Ejército combate en la defensa de esa
sociedad civil que somos. Sobreviene un esfuerzo de socialización con aquellos
que hoy sienten al Ejército como un agente más del conflicto, en las ciudades,
en los pueblos y en las comunidades indígenas que aún se resienten con la
presencia estatal.
Los esfuerzos del gobierno anterior se
concentraron en restablecer el orden y la falla de este gobierno en esa materia
ha sido notoria. El orden y el control del territorio por parte del Estado son
el primer paso para que el monopolio de la fuerza resida sólo en manos del
Estado. Sólo así las otras funciones estatales se pueden llevar a cabo y tienen
sentido. Este país florecerá si sus ciudadanos garantizan su vida y su
tranquilidad. La seguridad permite el crecimiento económico, el aumento del
empleo, mejora la calidad de vida. Sólo hay progreso en las regiones cuando
profesores, médicos, empresas y ciudadanos no tienen que dejarlas para proteger
sus vidas.
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1 comentarios:
Saben lo que le pasa al gobierno de SANTOS no se puede servir a dos senores al tiempo, y que por ejemplo que el ministro Vargas Lleras es un personaje que le gusta llevar la contraria dio un contrato para evaluar candidatos a las gobernaciones y demas a una ong que abusa y desacredita, y que ademas es de izquierda eso esta muy mal hecho ya el procurador lo regano pues no se si se hace el pendejo Vargas Lleras o que se da muy avispado se fue demasiado hondo le salio el tiro por la culata, pero si esos ministros de Santos no sirven y ojala este ministro de Defensa si se ponga del lado de los militares que es el correcto
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