Reflector | Por: FERNANDO LONDOÑO HOYOS | Publicado: sep. 6, 2012
LO MISMO QUE ANTES... Foto de: EL PAÍS |
Las Farc no se han movido un centímetro, ni un segundo, de los espacios y los tiempos de 'Tirofijo'. La pesadilla del Caguán ha vuelto. Solo que peor.
Las
víctimas de la guerra no lo son de las Farc. Las víctimas deben su suerte a la
burguesía ambiciosa que impera en Colombia y que durante 50 años no quiso oír
ni hablar de paz.
La comedia de este martes, que ni a drama alcanza la burda representación
teatral a la que hemos asistido, despejó cualquier duda al que la tuviera y nos
dejó notificados de lo que se nos vino encima.
En el cruce de
discursos vimos al Presidente vacilante, indeciso, sin convicción ni fuerza. Y
a 'Timochenko' en lo suyo. Leyendo el más cuidadoso discurso mamerto, se
declaró reivindicado política y militarmente. En otras palabras, legitimado
para entenderse con los delegados del Gobierno de igual a igual. Es una alta
parte contratante la que viene a la mesa. Quedamos notificados.
Quedamos notificados
de quién llega a las tertulias de La Habana con paso de vencedores. Los
teníamos en las guaridas de la selva y en los socavones de su ruina moral. Les
hemos devuelto cuanto habían perdido.
Quedamos notificados
de que arrancamos de semejante proposición esencial: las víctimas de la guerra
no lo son de las Farc. Las víctimas deben su suerte a la burguesía ambiciosa
que impera en Colombia y que durante 50 años no quiso oír ni hablar de paz.
Quedamos notificados
de cómo en La Habana no tiene para qué hablarse de entrega de armas, ni de
rendición, ni de castigo para los que han cometido todos los delitos que diseñó
la maldad humana. Las motivaciones del acuerdo, como nos lo temíamos, son su
parte esencial. Lo que va a discutirse en Cuba es la estructura espiritual y
material de la República. No es una mesa de diálogo. Es una Constituyente la
que nos armaron.
Quedamos notificados
de que es preciso acabar con la economía liberal, empezando por la que gobierna
el campo. Tierras para el que trabaja, manualmente, claro, y las Farc serán
árbitros de la nueva propiedad agraria. Nada de economía de mercado. Es preciso
destruir las oligarquías ahítas de poder y riquezas. Al proletariado le llegó
su hora. La lucha de clases ha quedado establecida y autorizada.
Quedamos notificados
de que estamos al fin de la inversión extranjera en el sector minero de la
economía. Tal vez de la otra también. Sólo que el bueno de 'Timo' apenas fue
explícito condenando a los ladrones que explotan nuestros recursos naturales.
La guerra armada y terrorista contra la industria minera y petrolera no venía
por casualidad. Era el plato de entrada para las charlas de La Habana.
Quedamos notificados
de que las Farc querían el desmantelamiento total e inmediato de nuestras
Fuerzas Militares y de Policía. Como no lo consiguieron, acusan al Gobierno,
con el que se abrazarán en Oslo y se besuquearán en La Habana, de amigo de la
violencia. Mientras tanto, se dedicarán a conseguir la participación de toda la
sociedad, ya sabemos lo que para ellas significa "toda" la sociedad,
y a promover levantamientos populares para amenizar la guerra de terror que el
propio presidente Santos nos anunció sin asomo de vergüenza.
Quedamos notificados
de que intentarán sublevar al Ejército contra sus jefes y contra la Nación. Más
claro no nos lo pudieron decir. Tienen noticias abundantes de la postración del
alma militar. La guerra política y jurídica contra oficiales y soldados, y el
abandono en que los tienen, les abrió la puerta para este intento.
Quedamos notificados
de que hay que agradecer, y por supuesto imitar, a los anfitriones de este
maravilloso espectáculo. Gracias a los Castro y a Chávez hemos avanzado tanto
en el camino de la paz. A Chile ni lo mencionaron. Vamos en línea recta y sin
escalas al Socialismo del Siglo XXI.
Finalmente, quedamos
notificados de lo principal: las Farc no se han movido un centímetro, ni un
segundo, de los espacios y los tiempos de 'Tirofijo'. La pesadilla del Caguán
ha vuelto. Solo que peor. En la nueva era, todo vale. No se aceptan
reclamaciones. Ni hay devoluciones.
Tweet |
0 comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios de usuarios anonimos llenos de odio y con palabras soéces y/o calumniadores, serán eliminados.