4 de diciembre
de 2011 | COLUMNA | Por: HUMBERTO DE LA
CALLE
El 70% de los colombianos apoyan la política exterior de Santos (Encuesta RCN-Semana, del 2 de diciembre).
Lo del “nuevo mejor amigo”
obedece a un cierto sentimiento de no agresión que cae bien. Pero eso no quiere
decir que la política anterior fuera mala. En su momento, fue necesaria. Santos
se vio obligado a cambiar cuando encontró que la actitud anterior había dado
sus frutos y de allí en adelante por ahí no había futuro.
Aunque no hay que descarrilar el proceso, como pide Chávez, tampoco hay
que olvidar. Para estar en guardia, es preciso renovar la memoria.
El primer contacto de las Farc con Chávez es de 1992, época del fallido
golpe contra Carlos Andrés Pérez. La guerrilla le dio ayuda económica a Chávez
cuando estaba en la cárcel por valor de US$150.000. (Esta y demás citas,
tomadas de Los documentos de las Farc, IISS, 2011).
Después del secuestro del avión en Barinas y el lío de la muerte de los
indigenistas americanos, Chávez anunció que dialogaría directamente con las
Farc pese a la protesta de Pastrana.
En agosto de 1999 aparece el Memorando de Entendimiento con Rodríguez
Chacín, luego ministro del Interior. Es más que un acuerdo de No-Agresión. Se
pacta que las Farc serán asesoras de Chávez en ideología y en seguridad
fronteriza, a cambio de abrigo, seguridad, intercambio de recursos y lavado de
activos.
Un mensaje de Rodríguez Chacín a Reyes, del 7 de enero de 2000, dice: “…
te mando estas cifras. Sigo trabajando con los detenidos de Ustedes que quedó
por acá, pero no será hasta después de la próxima semana cuando tenga
respuesta… Saludos a Manuel y Mono y sigo pendiente de mis detenidos”. Y en
otro de 11 de enero de 2000: “…creo que sería muy conveniente tener diálogos
con Mono, bien sea a través de Internet o en el radio. Chávez está muy
pendiente…”.
En cuanto a Timochenko, se sabe que montó campos de entrenamiento en
Venezuela desde los años 90. En algún mensaje, Rodríguez Chacín se le queja a
Reyes por un nuevo asentamiento no consultado previamente.
En mensaje de Tirofijo al secretariado (26 de noviembre de 2007) queda
manifiesta la manipulación de los secuestros para buscar el reconocimiento de
beligerancia a través de Chávez: “…si estamos seguros que el hombre nos hizo la
ayuda como señala el C. Iván fuera de las pruebas de vida, sería bueno analizar
si unilateralmente entregando a Clara, el hijo y la señora del Huila, para
crear mayores complicaciones a Uribe es posible producir mejores efectos en
busca de la beligerancia a través de Chávez, con ello se movería como pez en el
agua…”.
Y es el clima de denuncia propiciado por Uribe, el que permitió que
tanto Santos como Chávez buscaran algún entendimiento. Sin Uribe peleador no
sería posible Santos conciliador.
Algunos dicen de manera bobalicona que lo que ocurre es que Santos es
chévere, clubman y bien educado, y Uribe un paisa montaraz. Y que esa ha sido
la clave del nuevo ambiente. Error. Sin las denuncias de Uribe, ni Chávez se
hubiera frenado ni Santos hubiese tenido espacio para el cambio.
La misma encuesta mencionada trae otro dato. A pesar del apoyo al giro
impuesto por Santos, 79% cree que Chávez no ayudaría a capturar a Timochenko.
Sabiduría popular.
Tweet |
0 comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios de usuarios anonimos llenos de odio y con palabras soéces y/o calumniadores, serán eliminados.