Zona franca | Por: JOSÉ OBDULIO GAVIRIA | Publicado: agosto 29,
2012
Por fin se abandona la Seguridad Democrática de Uribe, esa fastidiosa política que nos involucraba en el combate y persecución intensa contra los terroristas.
Colombia regresa a la política de
"solución negociada" de Samper y Pastrana. Aunque suponga, una
arremetida de los violentos...
Desde una esforzada Seguridad sin
"Paz", parte Colombia hacia una alegre "Paz" sin seguridad
(hablo de seguridad uribista y paz pastranista). Por fin se abandona la
Seguridad Democrática de Uribe, esa fastidiosa política que nos involucraba en
el combate y persecución intensa contra los terroristas. ¡Aleluya!
Colombia regresa a la
política de "solución negociada" de Samper y Pastrana. Aunque
suponga, ¡qué vaina!, una arremetida violenta de los "actores armados
ilegales", gozaremos de un delicioso y 'camarografiado' "diálogo
social y político para una salida negociada del conflicto". ¡Aleluya!
De una tenebrosa
seguridad sin "acuerdos políticos" como la que ideó el maléfico
Uribe, transbordaremos a la bienaventurada inseguridad con "mesas de
diálogo" y visitas del Presidente a los altruistas "actores del
conflicto". ¡Aleluya!
De una "cantaleta guerrerista" que inducía a las Fuerzas Armadas a estar vigilantes y activas, "avanzamos" hacia la "aplicación civilizada y progresista del cansancio de la guerra" proclamado por el comandante en jefe, Juan Santos. ¡Aleluya!
De una "cantaleta guerrerista" que inducía a las Fuerzas Armadas a estar vigilantes y activas, "avanzamos" hacia la "aplicación civilizada y progresista del cansancio de la guerra" proclamado por el comandante en jefe, Juan Santos. ¡Aleluya!
De 'nefandos'
conceptos uribistas como "soldados y policías de la Patria",
"cooperantes", "recompensas", "amenaza
terrorista", "confianza inversionista", "cohesión
social", que nos dieron seguridad pero nos quitaron "imagen internacional"
ante oenegés, Chávez y medios de comunicación de la izquierda caviar,
regresamos al lenguaje del 2002, "políticamente correcto" y de buen
recibo en los "círculos bien" del mundo: "solución
negociada", "causas objetivas", "actores armados",
"guerreristas". ¡Aleluya!
De la vieja idea de
que la paz es consecuencia de la seguridad y de que los agentes estatales
tienen obligación de ejercer con firmeza la autoridad, hemos regresado al
secuestro consentido (¿volverán a "reglamentar entre las partes" la
edad o la condición de gestación en la mujer víctima?), voladura de torres,
muerte de los trabajadores del sector minero-energético, asesinatos con bombas
lapa. De predicar la cohesión social y dar la bienvenida a la inversión (local
y extranjera), regresamos a hablar de "factores objetivos" causantes
de la violencia y a obligar a los capitalistas a sentirse culpables de la
violencia por su manida costumbre de querer ganar plata con el sudor del pobre.
¡Aleluya!
De perseguir a las
Farc por narcotraficar, secuestrar, asesinar, desplazar, reclutar niños, violar
mujeres y obligarlas a abortar, se regresa a las venias -como si fueran
dignatarios de un "Estado embrionario"- en las reuniones que habrán
de programarse con oenegés y embajadores que mirarán a nuestros funcionarios y
empresarios con ojo acusador, "como al muchacho que armó un tierrero con
sus metidas de pata en la administración de asuntos sociales". De discutir
la agenda social con el pueblo en esforzados Consejos Comunitarios, se pasará a
ventilar una "agenda política" con las Farc, porque, como anunció el
ideólogo de la "solución política", Andrés Pastrana, "la acción
del Estado se concentrará en las causas objetivas de la violencia: la pobreza y
la inequitativa distribución del ingreso". ¡Aleluya!
Del fingido optimismo de la Seguridad Democrática que malbarató ocho años
intentando que Colombia simulara tener alta autoestima como nación, volvimos al
realista desborde de la criminalidad, definida por el inefable consejero
Jaramillo y el 'ideólogo' del régimen, León Valencia, como "conflicto
interno armado" o "guerra civil". Del pérfido espíritu de
combate de las Fuerzas Armadas, regresamos a lo que certifica Serpa, otro
ideólogo del gobierno Santos -cuyas ideas, empero, nunca merecieron el triunfo
en las urnas-: "La paz nace del convencimiento de que nadie tiene la victoria
militar (...). El conflicto no tiene vencedores a la vista". ¡Aleluya!
Tweet |
0 comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios de usuarios anonimos llenos de odio y con palabras soéces y/o calumniadores, serán eliminados.