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Peláez y Gardeazábal agosto 1 de 2018
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Medios y liberaciones

Editorial |31 Mar 2010 - 11:00 pm 

ES UN EJERCICIO INTERESANTE VER la liberación del sargento Pablo Emilio Moncayo, según como es narrado —por ejemplo— por Caracol TV de Colombia o la cadena TeleSur de Venezuela.  

El martes todos pudimos hacer ese ejercicio. Las palabras son importantes y el uso de unos sustantivos u otros no son inofensivos: revelan, en el fondo, una visión del mundo y son una opinión sobre lo que ocurre, así creamos que se trata de una descripción objetiva de los hechos.
Hay, en concreto, cuatro sustantivos para definir la situación de Moncayo y sus compañeros de cautiverio: la Cruz Roja habla de rehenes, y esta es quizá la expresión más exacta y menos ideológica. Dice el diccionario de la Real Academia que rehén es la “persona retenida por alguien como garantía para obligar a un tercero a cumplir determinadas condiciones”. La toma de rehenes es condenada sin atenuantes por el Derecho Internacional Humanitario. Si estos rehenes, además, pasan en cautiverio no horas ni días, sino más de un decenio, la condena es, por supuesto, más grave.
El sustantivo usado por TeleSur es, sin duda, un eufemismo que intenta hacer pasar por neutro y sin valoraciones algo que, desde un punto de vista ético, es condenable: retenido. Uno puede entender que la policía retenga a alguien algunas horas para hacer alguna verificación. Pero retener durante años es una contradicción en los términos.
La acepción de la Academia que más se acerca a este uso de los periodistas de TeleSur (y retenido es también la palabra que usa el presidente Chávez) dice así: “Retener: Imponer prisión preventiva, arrestar”. No puede pensarse que Calvo o Moncayo estaban arrestados o en prisión preventiva, como si fueran unos delincuentes a la espera de juicio.
El Espectador, Caracol TV y, en general, los medios colombianos usamos un sustantivo más explícito: secuestrados. Veamos la definición académica: “Retener indebidamente a una persona para exigir dinero por su rescate o para otros fines”. Los fines de la guerrilla cuando secuestra civiles son el cobro de rescates económicos; cuando tuvo políticos secuestrados, los usaba como arma de presión; y cuando ha secuestrado policías o militares, también ha empleado métodos de chantaje para devolverlos a la libertad.
En el comunicado de las Farc, leído por la senadora Piedad Córdoba, se usa el último término que queremos analizar: prisioneros de guerra. La expresión, en este caso, se acerca a lo ridículo. Más aún cuando se los equipara a los presos de las Farc que, según la guerrilla, “se pudren en las mazmorras del Estado”. Para empezar, jueces independientes han juzgado y condenado (otras veces absuelto) a subversivos que han infringido la ley asesinando, secuestrando, haciendo voladuras de infraestructura pública, desplazando campesinos, etc. Estas condenas tienen una duración; los presos pueden ver y recibir a sus familias en la cárcel y en muchas ocasiones han salido de prisión, y al salir pueden retomar una vida normal.
No es así en el caso de los secuestrados de las Farc. Presos en la selva en condiciones infrahumanas, muchas veces vejados, torturados, atados con cadenas y sin ningún contacto con sus familiares o con el mundo exterior. Decir que unos y otros son prisioneros de guerra es un escándalo y una inexactitud. Hay que celebrar que los secuestrados Calvo y Moncayo estén hoy libres. Pero no hay que olvidar que quienes los secuestraron durante todos estos años, contra la ley y contra la más elemental ética humana, fueron los secuestradores de las Farc. Y el secuestro es un delito despiadado, de lesa humanidad, que no puede ser disimulado ni homologado a los presos comunes, ni omitido como delito por los medios de comunicación.
  • Elespectador.com

 

5 comentarios:

LA FARC SON TERRORISTAS apoyaron a la Rusia cuando traicionando el socialismo se convirtieron en imperialismo y se dieron a la criminal tarea de extender sus fronteras allende los mares e invadieron Afganistan en donde se levantaron los hoy talibanes para sacar a patadas a las tropas rusas y recuperar así su SOBERANÍA NACIONAL, pero mientras las tropas rusas salían espantadas por la puerte principal por la trasera se coló el imperialismo norteamericano. Fue esa sumisión de la farc al imperio ruso con el que se ganaron a bien el calificativo de mamertos dado por el Movimiento Obrero Independiente por la manera ingenua de creer la farc que Rusía después de Krushov era aun socialista. A ESOS HECHOS QUE OMITE EL ESPECTADOR VALEN MIS ACLARACIONES.

No se que tiene de intersante ver un show de un poco de degenerados, dandose vitrina al rededor de la desgracia humana. La degradacion del ser humano en su maxima exprecion, al llegar a hutilizar personas para fines tan ruines, como el de tratar de conseguir alguna prevenda, llamese intercambio, rescate, publicidad, etc. Las FARC, Piedad, los periodistas, El microbus de abogados y hasta chavez, sacando provecho de la situacion inerme de unos pobres secuestrados y sus familias. Lo dicho parranda de degenerados.

Mejor no se pudo haber explicado el bendito problema que tienen los izquierdosos de tratar de suavizar sus acciones terroristas con el único interés de burlarse de Colombia.

el único nombre que tienen y, no entiendo por qué lo disfrazan todos, incluyendo la cruz roja, son " S E C U E S T R A D O S", o es que estas lacras desgraciadas tienen alguna autoridad para hacerles un juicio??????????????, es obvio que lo único que estas lacras hacen, es secuestrarlos para cobrar por ellos.

La CPI no tiene mecanismo alguno para hacer ejercer sus mandatos. Tan sólo vea al presidente de Sudán, feliz de la vida el desgraciado aun con orden de captura de la CPI. No claro que no, si a los gobiernos no se les da la gana de acatar lo que diga ese organismo, no lo hacen. La justicia verdadera es aquella que se puede hacer valer por si misma. Asi que vete resignando que muchisimos delitos aqui cometidos van a quedar impunes por la debilidad de nuestro sistema judicial.

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