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Sorpresas que da la vida

4 de diciembre de 2011 | COLUMNA | Por: RAFAEL NIETO LOAIZA
Que se sorprenda un diplomático canadiense, un parlamentario de Dinamarca, un profesor suizo o cualquier despistado en Europa, vaya y venga, sostenía mi amigo. Habría que sentarse y explicarles quién es la exsenadora
Un amigo mío no acababa de creer que el presidente Santos se mostrara "sorprendido" por las declaraciones de Piedad Córdoba sobre el asesinato de cuatro secuestrados a manos de las Farc. Córdoba sostuvo "el Presidente es responsable de lo que ha pasado" y no poder decir "si fue la guerrilla o el Gobierno porque no hay claridad sobre eso? hay una confusión", y pidió "que se nombre una comisión para saber qué pasó". Y de paso sugirió que los rehenes pudieron morir en combate o por las balas de los militares, como si el reporte de Medicina Legal no dijera que los asesinaron con tiros de gracia y uno de ellos por la espalda, cuando huía.

¿Cómo se sorprende el Presidente, decía mi amigo, con los antecedentes de la exsenadora? ¿No leyó el Presidente el fallo del corajudo Procurador sobre la Córdoba, en que la destituye de su cargo por sus relaciones con las Farc? ¿No fue Santos, agregaba indignado, quien como Ministro de Defensa tuvo acceso a los computadores de Raúl Reyes y al estudio que sobre los mismos hicieron los analistas de inteligencia de las Fuerzas Militares y la Policía? ¿Acaso no fue Santos quien le entregó al Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres los archivos informáticos, parte de los cuales se publicaron en un libro que, sin página mala, circula en nuestro país? ¿No sabe, por tanto, quién es Teodora de Bolívar ni qué papel ha jugado para las Farc? ¿No se acuerda que Teodora daba instrucciones a los comandantes guerrilleros para que retuvieran a los secuestrados y les sacaran mejor provecho político a Íngrid Betancourt y a los contratistas gringos?

Y si él, por falta de tiempo no leyó los archivos de Reyes ni el estudio de inteligencia ni la decisión de la Procuraduría, añadía sobresaltado, ¿el Presidente no ha visto en Youtube las infames declaraciones de Córdoba en un simposio sobre partidos políticos en México? ¿No vio tampoco las fotos con Iván Márquez, Granda y Santrich en Venezuela y su sonrisa orgullosa portando la boina de las Farc? ¿Y ahora como Presidente, no le mostraron las memorias de los computadores de Jojoy, abatido durante su gobierno, y los correos de alias Gaitán, a todas luces la misma Teodora?

Que se sorprenda un diplomático canadiense, un parlamentario de Dinamarca, un profesor suizo o cualquier despistado en Europa, vaya y venga, sostenía mi amigo. Habría que sentarse y explicarles quién es la exsenadora, lo que ha hecho y hace todos los días para no sorprenderse porque ahora diga que no fueron las Farc las asesinas. Pero al Presidente de la República de Colombia no pueden cogerlo desprevenido tales declaraciones. Lo que debe sorprenderlo es que aun siga libre y que los magistrados de la Sala Penal de la Corte Suprema hayan decidido, en un acto que debería llenarlos de vergüenza, desechar la más valiosa información que se haya tenido nunca sobre los testaferros y socios políticos de las Farc.

Con evidente mala leche, otro contertulio respondió que Santos no tenía opción distinta que "sorprenderse" con lo dicho por la Córdoba, porque en los computadores de Reyes y en los de Jojoy hay también informaciones similares y aún peores sobre las relaciones de su nuevo mejor amigo con las Farc. Yo quedé mudo y pensé: y lo que habrá en los de Alfonso Cano...

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