ATENCIÓN:
Todos las publicaciones, mensajes y/o comentarios de este Magazine están bajo la
protección del Art. 19 de la Declaración de Derechos Humanos, que estipula:
"Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones opiniones y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión".
Declaración Universal de los Derechos Humanos; Asamblea General de la ONU 
Dic 10 de 1948
Peláez y Gardeazábal agosto 1 de 2018
Escucha"#PEGA Peláez y Gardeazábal, agosto 1 2018" en Spreaker.

“Mi pálpito es que (en los cuarteles) debe haber mucho dolor”

Por: Cecilia Orozco Tascón
Una carta que firmaron diez ex comandantes del Ejército y que publicaron en plena campaña, despertó inquietudes porque se refieren a la “guerra política y jurídica” contra las Fuerzas Armadas, a la “desmoralización” de las tropas y a “la gradual extinción del fuero militar”. 

El general (r) Hárold Bedoya, de reconocida beligerancia, destapa sus opiniones y sentimientos. Y no deja títere con cabeza. Hasta Uribe fue blanco de sus dardos.
Cecilia Orozco Tascón.- ¿Lo que ustedes calificaron como “gradual extinción del fuero militar” y “desmoralización” es lo que más les preocupa?

G.H.B.- Sí. Eso y otras cosas. La desmoralización de la tropa  se nota cuando uno va a los cuarteles, y en vez de encontrar entrenamientos para el combate, ve detenidos. Hoy el ejército tiene miles de procesados  y condenados, la mayoría injustamente. No puede haber moral cuando héroes como los de operaciones militares tan exitosas como las de Jaque y  Fénix, en vez de ser premiados,  terminan encerrados. Eso no lo hace sino Colombia y sus gobernantes, y un pueblo desagradecido, indolente y cobarde.
C.O.T.- ¿No le parece exagerado lo que afirma?
G.H.B.-  ¿Cómo va a ser exagerado si quienes entregan el alma, el corazón y la vida, en vez de darles aunque sea una medalla, terminan en lo que terminan? Ahí está el Palacio de Justicia: un comandante del Ejército, tres generales, dos coroneles, varios sargentos, cuyo pecado fue ir a cumplir con su deber cuando el M-19 se tomó el palacio; y cuya labor fue recuperar el edificio y liberar a todos lo que se pudo, capturar y dar de baja, en combate, a muchos terroristas, terminaron enjuiciados después de 25 años. Los que fueron declarados héroes por el país, por los medios y el mundo en esa época, ahora son delincuentes.
C.O.T.-  Me pongo del lado contrario: si están detenidos, justamente en época de un gobierno cuya política no podía ser más cercana a las Fuerzas Militares, debe ser porque hay bases jurídicas fuertes ¿No cree que se trata de eso y no de desagradecimiento?
G.H.B.- Bueno, tampoco se puede decir que este gobierno se inventó la pólvora. Estuve 43 años en el ejército. Como militar, me tocó la Violencia cuando los bandoleros hacían el corte de franela en calles y carreteras. A todos los confrontamos, los capturamos o los dimos de baja. Era época del gobierno del presidente Guillermo León Valencia (1962 – 1966). A él sí le pusieron la corona de laurel porque pacificó el país. Y hubo detenidos, heridos y muertos. Pero se acabó la violencia.
C.O.T.- No del todo, porque reapareció ¿No habrá que ensayar otra vía?
G.H.B.-  No reapareció sino que se nos metieron las guerrillas castro-comunistas y a todas las confrontamos en el gobierno de Julio César Turbay (1978 – 1982). Y también se les derrotó. El M-19 terminó en la cárcel. No hubo ni uno que se librara. Se dio la batalla y se ganó. El ejército lo logró porque tenía fuero y Justicia Penal Militar que, entre otras cosas, fue la que juzgó y condenó a ese grupo. Y llegó lo que usted llama la otra vía: gobiernos como el de Belisario Betancur (1982 -1986), que saca de la cárcel a los del M-19, los indultó y les dio casa, carro y beca ¿Para qué? Para que se tomaran el Palacio de Justicia. Después del presidente Turbay, el resto ha sido vacío. Solo tres presidentes han hecho mucho por Colombia.
C.O.T.- ¿Cuáles tres?
G.H.B.- Valencia, Turbay y Uribe Vélez. Esos son los grandes comandantes en jefe de las Fuerzas Militares. Los otros presidentes se encerraron en la Casa de Nariño y nunca hablaron con un soldado ni fueron a ver a los miles de lisiados que del Hospital Militar.
C.O.T.-  ¿Por qué cree que un ministro de Defensa del presidente Uribe firmó un acto con la Fiscalía para que ésta investigara los delitos de los militares si no fuera porque le tocaba?
G.H.B.- Hay que tener en cuenta que organizaciones terroristas como las Farc y hasta los narcos, han aprendido que la mejor forma de frenar el ímpetu del ejército es la calumnia. Paran las acciones militares con base en procesos, leyes, testigos falsos, testigos comprados incluso por la misma Fiscalía y el CTI que se han prestado para eso. Uno va a una operación y detrás de la patrulla tiene que ir un fiscal, el CTI y policías. Y apenas se produce el primer combate, hay que empezar a hacer el levantamiento del cadáver como si estuviéramos en una calle de Bogotá. Así no se puede ganar.
C.O.T.- ¿Qué se hace, entonces,  con  los convenios internacionales firmados por Colombia? ¿No se cumplen?
 G.H.B.- Sé de lo que usted habla. Los señores de Naciones Unidas vienen a dictarnos cátedra de cómo es que se hacen las guerras. Colombia es un país con una guerra especial y está asediado por los terroristas que están en las fronteras y en Cuba. Esto es diferente. Aquí no se trata de guerra de muñecas, de libélulas o de flores. No se han dado cuenta que este país se ha salvado de milagro, gracias a Dios y a este ejército.
C.O.T.- Es decir: usted no está de acuerdo con que Colombia cumpla el Derecho Internacional Humanitario.
G.H.B.- Cada país tiene sus propios problemas. Israel que tiene sus conflictos, los resuelve de acuerdo con sus circunstancias. Corea del Sur y Corea del Norte, manejan los suyos. No somos todos iguales ni las soluciones pueden ser las mismas. Ahora, si hablamos de cumplir, lo primero que habría que hacer es impedir que se viole la Constitución que les asigna funciones extraordinarias a las Fuerzas Militares pero no le da leyes de orden público,  antiterroristas, de seguridad y defensa, de inteligencia, o antisecuestro.
C.O.T.-  Usted tendrá que admitir que los uniformados cometen delitos que deben ser castigados, como los de todo el mundo y más, por tener las armas del Estado.
G.H.B.- Por supuesto. La Constitución habla de actos del servicio. Si me dedico a traficar, ése es un problema de la justicia ordinaria.
 C.O.T.- Si en desarrollo de una operación militar desaparecen unas personas que deberían ser puestas a disposición de un juez ¿Ese caso debe investigarlo la justicia militar o la ordinaria?
G.H.B.- Depende. Un combate en la selva es muy distinto a uno en una calle de ciudad.
C.O.T.- ¿Y el del Palacio de Justicia?
G.H.B.- Lo ocurrido en el Palacio de Justicia se investigó hace 25 años. Si usted me pregunta sobre hechos de esa época, le diré que es muy difícil investigar sucesos ocurridos hace tanto tiempo. Además, ya se fallaron, se condenaron o se absolvieron. No podemos reabrir casos cada vez que haya gente interesada en echarles culpas a los más débiles, que en este momento son los militares.
C.O.T.- ¿Débiles? Y ¿Quiénes son los fuertes, entonces?
G.H.B.-  Los del M-19 que asesinaron y acabaron con el palacio. Como  a ellos los absolvieron y los premiaron al punto de que uno de ellos fue candidato presidencial, quienes los combatieron y les ganaron la batalla están en la cárcel.
C.O.T.- Cuando hay hechos nuevos, se admite que haya reapertura de las investigaciones. Le pongo el caso del magistrado Carlos Horacio Urán quien se suponía que había muerto dentro del palacio y apareció un video en el que se le ve salir del edificio. Sin embargo, su cadáver fue encontrado entre las ruinas.
G.H.B.- Eso que usted dice no fue así. 
C.O.T- Existe el video.
G.H.B.- Estamos hablando de videos de hace veinticinco años y uno no puede distinguir bien las caras. Encontrar una prueba después de tanto tiempo es prácticamente imposible. Pero, ante todo, delitos como los de desaparición forzada ¿A cuáles códigos pertenecen? Porque hace veinticinco años no existían. Al resto de los colombianos les aplican el debido proceso y a los militares no. ¿Por qué?
C.O.T.- Le repito, Colombia está obligada a aplicar los tratados y los derechos garantizados en la propia Constitución.
G.H.B.- El debido proceso también cuenta y a mi juicio, está por encima de los tratados. Recuerde el aparte que dice que nadie podrá ser juzgado sino conforme a las leyes preexistentes al acto que se le imputa. Además, habría que preguntar por qué no juzgan a Petro o al gobernador de Nariño. ¿Cuál es la razón para que la ley no se les aplique a quienes delinquieron pero a los militares sí?
C.O.T.- A ellos habría que probarles su responsabilidad personal como también a los militares. No por pertenecer al Ejército un oficial es responsable de lo que haga otro.
G.H.B.- Ellos fueron condenados pero los amnistiaron.
C.O.T.-  ¿Usted pediría perdón judicial para el coronel Plazas o para el general Arias?
G.H.B.- No me refiero a eso. Hablo de la ley del embudo: para los héroes, la parte más angosta y para los que atacaron el Palacio de Justicia, la más ancha. A unos, no les aplica nada y a los otros, todo el rigor.  Belisario Betancur debería estar defendiendo a quienes fueron sus subalternos pero no ha sido capaz. Uribe Vélez lo hace, pero a veces. 

C.O.T.- ¿Cree que el Presidente ha sido blando en lo que llama la defensa de sus subalternos?
G.H.B.- Sí, aunque no siempre. Los mandatarios creen que el responsable del Palacio de Justicia es solo Belisario. Están equivocados: todos los presidentes deberían actuar como comandantes para defender a los subalternos de ahora y de hace cincuenta años.Pero dejaron solos a los militares.
C.O.T.- Me sorprende que critique a Uribe, tal vez el mandatario más militarista que habido en este tiempo ¿Qué le reprocha? ¿Tal vez el acuerdo de Camilo Ospina con el Fiscal?
G.H.B.- Uribe ha cometido errores, empezando porque se fue a Costa Rica a una reunión hace algunos años con la Corte Interamericana de Derechos Humanos a hablar mal de la Justicia Penal Militar. Después rectificó. Seguramente estaba mal asesorado por Ospina.
C.O.T.- ¿El ex ministro Ospina no estaría tratando de darle cedibilidd a la Justicia Militar que tiene fama de parcial?
G.H.B.- Si quería hacer reformas, podía proponer cambio de leyes al Congreso. Pero no era con un oficio por debajo de cuerda como podía abusar de los militares.
C.O.T.- ¿Él no se hubiera atrevido a actuar sin el visto bueno del Presidente.
G.H.B.- Cierto. Eso tuvo que ser con el visto bueno del Presidente, quien también tiene su cuota de responsabilidad. Ahora usted entiende por qué queremos que los candidatos Santos y Mockus les cuenten a los colombianos si van a seguir metiendo a la cárcel a los militares por cumplir con su deber, o si se va a aplicar la Constitución.
C.O.T.- ¿Qué piensa usted de los falsos positivos?
G.H.B.- Ése es un cuento chino que se han inventado los medios. A partir de esa historia,  todo lo que hacen los militares se convirtió en falsos positivos. Ninguna de las operaciones exitosas se reconoce.  Entre tanto, el país florece, crece y está tranquilo. La gente puede ir a las fincas, hay inversión y todos felices con el Ejército, dizque la institución que más quiere el país. Pero nadie se moviliza cuando meten a la cárcel a sus miembros.
C.O.T.- ¿Usted cree que los falsos positivos no existieron?
G.H.B.- Lo de Soacha es sencillo: unas personas y no les llamemos “muchachos” porque cuando se les dice así es como referirse a niñitos ingenuos, eran delincuentes y la demostración es que tenían prontuario. Seguramente las Farc o los narcos los contrataban porque todos los días reclutan gente.
C.O.T.- Suponga que eran delincuentes. ¿Se podían matar por eso?
G.H.B.- Eso no se puede decir así porque hasta ahora no se ha probado nada. A los oficiales que botaron yue señalaron de asesinos, ni siquiera los han llamado de la Fiscalía porque no hay ninguna prueba contra ellos.
C.O.T.- ¿Entre los casi 2 mil procesos que hay en la Fiscalía, ninguno es real?
G.H.B.-  Podría ser, pero de ahí a acabar con tres divisiones y con cuatro o cinco brigadas y detener a un montón de gente sin probarle absolutamente nada después de dos años, hay un gran trecho.
C.O.T.- Los procesos dan resultados pero no de un día para otro.
G.H.B.- Eso no se sabe porque siempre aparecen las mentiras, los mentirosos, los calumniadores y los “comprados”. Acuérdese que la Fiscalía y el CTI se especializaron en conseguir testigos falsos.
C.O.T.- Es la segunda vez que habla contra la Fiscalía ¿No cree en la justicia?
G.H.B.- Fui comandante del Ejército durante tres años. Capturamos a miles de detenidos flagrancia, cometiendo delitos, armados y uniformados. Fui al Tribunal Disciplinario y les pregunté dónde estaban. Todos se fueron para la calle. No pasó absolutamente nada. Esa es la justicia que se les está aplicando a los militares.
C.O.T.- Entonces, los falsos positivos ¿Deberían ser juzgados en cortes marciales?
G.H.B.- Deberían. Si la justicia militar ve que una investigación no le compete, no empieza la investigación y  se la entrega a la justicia ordinaria. Siempre ha sido así.
C.O.T.- Le recuerdo que se habla de solidaridad de cuerpo en vez de justicia.
G.H.B.- Eso es mentira. Es como decir que los congresistas tienen solidaridad de cuerpo.
C.O.T.- Claro que la tienen. Por eso tampoco nadie cree en la Comisión de Acusación.
G.H.B.- Lo que pasa es que quien no es militar no entiende muchas cosas. No existe ningún ejército en el mundo que no tenga su propia justicia. Colombia es un país soberano y debe resolver sus problemas de guerra. Vaya usted a ver si Estados Unidos, que tanto habla de derechos humanos, deja meter un juez ordinario o un procurador a Abu Ghraib ¿Usted le entregaría sus hijos al vecino para que los sancione, o los sancionaría usted?
C.O.T. ¿Cree que la cátedra de derechos humanos en los cuarteles es útil?
G.H.B-  Claro que sí. La gente conoce las normas internacionales sobre trato a los prisioneros y eso está bien. Pero no es que lo estemos cumpliendo solo ahora.
C.O.T.-  O incumpliendo, porque el problema es cuando se incumplen las normas.
G.H.B.- Le voy a poner un ejemplo sencillo: el M-19 se capturó todo, desde Pizarro hasta Petro y Navarro. Todos estaban vivitos y coleando y sin ningún rasguño.
C.O.T.- Petro dice que lo torturaron…
G.H.B.- ese es el cuento de él, pero nunca se ha probado.
C.O.T.-  ¿Usted cree que Petro tiene el derecho a ser candidato o Presidente de este país?
G.H.B.- Una persona que perteneció a un grupo de alto terrorismo que acabó con la justicia del país, lo mismo que el señor Navarro ¿Tiene los méritos para ser el Presidente de los colombianos?
C.O.T.- Usted tiene todo derecho a creer que no tiene méritos pero al mismo tiempo, él tiene derecho a aspirar a ser Presidente.
G.H.B- La pregunta es si el M-19 ya pagó sus culpas.
C.O.T.- Cuando habló de guerra de flores ¿Hizo una referencia tácita a Mockus?
G.H.B.- Aquí hemos tenido personas como Mockus desde hace muchos años. Desde Belisario que pintaba palomitas de paz. Menos mal que apareció Uribe Vélez que ganó las elecciones cuando en 2002 dijo iba a ser el primer soldado del país porque los colombianos estaban hasta la coronilla de terror y de presidentes blandengues como Betancur, Gaviria, Samper y Pastrana, que se dedicaron a entregar el país. Me parece que Mockus tiene algunas cosas buenas pero hay que esperar que en esta segunda vuelta  saque nuevas ideas. 

C.O.T.- En cuanto a Santos, usted dijo que, con relación a los falsos positivos, se desactivaron varias brigadas y se retiraron a generales y otros oficiales. Esa fue una decisión de él.
G.H.B.- Sí, de él y del Presidente. Fue precipitada porque uno no puede retirar generales y coroneles de la noche a la mañana y sin el debido proceso. Eso crea inconformidad, dolor en el alma y resentimiento. Tan precipitado fue lo que se hizo, que dejaron en libertad a los soldados detenidos.
C.O.T.- Porque se vencieron los términos. Entre tanto, las madres de Soacha no tienen con que pagar  abogados.
G.H.B.- Hay fallas por todos lados. No sabía que las madres no tienen abogados. Estos soldados también sufren de injusticia porque los defensores renuncian.
C.O.T.- Tal vez por estrategia. Pero déjeme preguntarle:¿Hay resentimiento en los cuarteles con Santos?
G.H.B.-   De los cuarteles no sé mucho porque solo voy cuando me invitan a las ceremonias. Sin embargo, mi pálpito es que si meten un poco de gente inocente a la cárcel y después de dos años no se sabe aún por qué, tiene que haber dolor.
C.O.T.- ¿Qué piensa usted de los paramilitares, grupos absolutamente criminales que les hacían el trabajo sucio a los militares desde hace años?
G.H.B-  Esa es una solemne mentira. Yo capturé a Héctor Castaño Gil en Medellín, con toda su cuadrilla. Ese Castaño, que no sabíamos si era Fidel, o Carlos o Vicente o el propio Héctor, se lo entregamos a la justicia ordinaria por el asesinato de varias personas. Condenaron a la banda pero entre los condenados no apareció ninguno de los Castaño ¿Quién lo soltó? Nunca se supo pero el Ejército lo entregó.
C.O.T.- Está probado que militares en servicio o retirados, terminaron trabajando para los Castaño o para otros paramilitares.
G.H.B.- Siempre habrá delincuentes. Nosotros no somos espíritus puros. Si la familia tiene su ovejita negra ¿Por qué en el Ejército no puede haber una? Lo cierto es que colaboración masiva nunca ha habido. Hasta el año 88 u 89  las autodefensas existían por ley y estaban controladas por las Fuerzas Militares. Cuando Gaviria, en el gobierno de Barco expidió un decreto terminando esos grupos de campesinos que hasta esa época ayudaban y daban información, se cortó toda relación. Y fue cuando crearon las organizaciones criminales  de las que usted habla. Nunca tuvimos nada que ver con ellas.
C.O.T.- ¿Qué opina de la renuncia prematura del general Freddy Padilla y de una supuesta diferencia con el ministro Silva?
G.H.B.-  Debe tener razones muy personales que solo él conoce. Pero pienso que no debe haber diferencias con el ministro si cada uno ha cumplido con su rol: el comandante con lo militar y el ministro con lo administrativo.
Contra los presidentes de la República
En el libro Historias presidenciales no contadas, que terminó hace cuatro meses, y del cual imprimió pocos ejemplares que ha repartido únicamente en círculos militares, el general (r) Bedoya analiza, desde su punto de vista, a cada uno de los presidentes que ha tenido Colombia en esta época. Los calificativos con que los describe son, en su mayoría, muy fuertes. Estas son algunas de sus frases:
“Probablemente en el Pacto de Sitges se tomó la determinación cerrada de ‘nunca más un militar al poder’... Esta conducta podría… hacerle daño a la sociedad”. “Tal cual lo había profetizado Jorge Eliécer Gaitán: ‘temed el día que la oligarquía de los partidos se una’, en el período del doctor Lleras (Restrepo) la premonición se cumplió”. “Los colombianos… jamás creyeron que este presidente dedicaría su período a acariciarle las cerdas encrispadas al lobo comunista y… a llamarlo con frases tiernas…”. “…Surgió con fuerza el primero de la época del kínder en la que se presentaría la más cruel racha de descalabros por inexperiencia, ineptitud y mala fe”. “Con esta administración, y luego de nueve proverbiales presidentes que gobernaron de espaldas a la nación, Colombia se hundía en el desprestigio…”. “Si el primero de los del kínder pasó a la historia… el tercero remató entregando la soberanía territorial…”.
“Ignorantes de temas militares”
Hace unos días, diez ex jefes militares que han comandado el Ejército en los últimos cincuenta años, toda vez que el mayor de ellos (general Alberto Ruiz Novoa) tiene 94 años de edad, escribieron una carta pública reclamando atención de los candidatos a la Presidencia, del Gobierno y de los medios, por los “efectos desmoralizantes” que sufren las tropas:
Cecilia Orozco.- ¿El comunicado de ustedes refleja la posición de los militares activos?
Hárold Bedoya.-  Hablamos por nosotros y por lo que nos indican nuestros análisis de una realidad que conocemos. Queremos saber cómo los candidatos van a aplicar o a reformar la política de seguridad democrática. ¿Qué dice el señor Santos y qué dice el señor Mockus? También nos interesaba saber lo que opinaban los ex candidatos, porque se ve que son ignorantes de los temas militares.
C.O.T.- ¿Incluyendo a Santos, que fue ministro de Defensa?
G.H.B.- Desafortunadamente casi ninguno de ellos conoce un cuartel y no prestaron servicio militar. En cuanto a Santos, él también ha cometido muchos errores.
C.O.T.- ¿En cuáles aspectos?
G.H.B.-  Por ejemplo, en cuanto a la pérdida de competencia del fuero militar. En este punto, él tiene su cuota de responsabilidad. Esperemos que corrija después de lo que ha sufrido en carne propia.



0 comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios de usuarios anonimos llenos de odio y con palabras soéces y/o calumniadores, serán eliminados.