21 de enero de
2012 |
Judicial | Por: María del Rosario Arrázola
Magistrados
sostienen que su período vence el otro año
La fiscal general de la Nación, Viviane Morales Hoyos. / David Campuzano - El Espectador |
Un sector de la Corte Suprema no ve con buenos ojos su unión con Carlos A. Lucio. Promueven consultas sobre el tiempo que le queda en ese cargo. Además, están pendientes de fallo del Consejo de Estado.
El segundo matrimonio de la fiscal Viviane
Morales Hoyos con el controvertido Carlos
Alonso Lucio no sólo le significó una avalancha de críticas de
distintos sectores de la opinión pública, columnistas y hasta procesados como
el excomisionado Luis
Carlos Restrepo, sino que provocó en algunos magistrados de la
Corte Suprema de Justicia una molestia manifiesta. Algunos en reuniones
privadas han manifestado que dicha unión los puso en jaque porque fueron ellos
los que la escogieron en el cargo.
El pasado del exguerrillero del M-19,
su condena por falsa denuncia, su cercanía con exjefes del narcotráfico que
luego fueron extraditados y la asesoría que le prestó a la cúpula del
paramilitarismo en tiempos de Santa Fe Ralito, ponen bajo sospecha el nombre de
Carlos
Alonso Lucio, hoy sin deudas con la justicia, pero casado con la
mujer que investiga la ilegalidad del país y que representa aquella frase de
cajón de la majestad de la justicia. Fue el pasado 26 de octubre en la iglesia
cristiana Casa sobre la Roca cuando Morales y Lucio formalizaron sus segundas
nupcias.
Y desde entonces un grupo de
magistrados de la Corte Suprema comenzaron a interesarse en el proceso que
adelanta la Sección Quinta del Consejo de Estado en el que se demandó la terna
en la que terminó elegida como fiscal Viviane
Morales Hoyos. Una vez terminó su período el fiscal Mario
Iguarán en julio de 2009, el presidente Álvaro Uribe postuló en su reemplazó a
la terna conformada por Camilo Ospina, María Victoria Uribe y Juan Ángel
Palacio. Los candidatos no llenaron las expectativas de la Corte, ninguno
obtuvo los 16 votos exigidos y en el entretanto se fue desintegrando la terna.
Uribe Vélez, a medida que ellos iban
renunciando a su aspiración, fue llenando sus vacantes e ingresaron a competir
por el cargo de fiscal el exconsejero de Estado Marco Antonio Velilla, la
procuradora delegada Margarita Cabello y el exmagistrado de la Corte Jorge
Aníbal Gómez. Entonces vino el cambio de gobierno y ante la imposibilidad de
que los magistrados de la Corte Suprema se pusieran de acuerdo para elegir,
comenzó a tomar forma una nueva terna. Esta vez del nuevo presidente Juan Manuel
Santos.
Ninguno de los tres candidatos de
Uribe había renunciado a su aspiración y, sin embargo, un concepto de la sala
de consulta del Consejo de Estado avaló el cambio. En poco tiempo el presidente
incluyó los nombres del exprocurador Carlos Gustavo Arrieta, del hoy ministro
Juan Carlos Esguerra y de la abogada constitucionalista y exsenadora
Viviane Morales Hoyos. En diciembre de 2010 la Corte Suprema la
eligió, pero apenas con 14 votos de los 16 que exige la mayoría calificada. No
había pasado ni un mes desde su posesión y ya había sido demandado este
proceso.
Según el demandante Ferleyn Espinosa,
el presidente Santos no podía cambiar la terna, la Corte violó su reglamento
interno porque para elegir al fiscal se necesitan los votos de las dos terceras
partes de los miembros que integran la Corte, es decir, 16, y se modificó esa
interpretación para favorecerla. Al momento de la elección sólo había 18 magistrados
y no 23, porque no se habían llenado unas vacantes. No obstante, después en una
sesión de confirmación, Viviane Morales obtuvo los 16 votos.
Esta demanda le correspondió al
magistrado Mauricio Torres. Hoy está a punto de ser fallada, con la diferencia
de que el tema Lucio interesó a sus colegas de la Corte Suprema de Justicia.
Dicho de otro modo, el fallo que deberá emitir el Consejo de Estado en las
próximas semanas tiene un factor extraprocesal que podría poner en aprietos a
Morales: Carlos
Alonso Lucio. La Procuraduría, no obstante, emitió concepto
favorable para que se mantenga la elección de la fiscal. El exsenador
Víctor Velásquez impugnó esa demanda al considerar que no tenía
ni pies ni cabeza.
Sin embargo, consultado por El
Espectador el viernes pasado señaló escueto: “Con toda esa vaina de Lucio no se
me haría extraño que decretaran la nulidad de la elección de Viviane Morales.
En estricto derecho no debería pasar, pero hoy se cruzan intereses que podrían
tumbarla”. Para el abogado de la fiscal, Gabriel de Vega, lo que está pasando
es muy sencillo: “Los imputados por la Fiscalía le están armando sindicato a la
doctora Viviane Morales”. Según dijo, están tranquilos porque los argumentos
para desvirtuar esta demanda ya fueron expuestos.
Pero no es todo. Este mismo sector de
magistrados de la Corte Suprema de Justicia, que privadamente rechazaron su
matrimonio con Carlos
Alonso Lucio, se han dado a la tarea de evaluar si el período de
la fiscal Morales termina en julio de 2013 o enero de 2015. Es decir, estos
magistrados consideran que la interinidad de Guillermo Mendoza Diago como
fiscal, entre julio de 2009 y enero de 2011, forma parte del período de Viviane
Morales y, por lo tanto, debe salir de ese cargo en julio de 2013.
Para muchos otros el tiempo de cuatro
años de Morales debe empezar a contar desde el día de su posesión hace un año.
Lo claro en este caso es que algunos magistrados de la Corte están promoviendo
la idea de que el período de Morales finaliza en 2013. Y ello se debe ni más ni
menos a la incomodidad de los juristas por el esposo de la fiscal: Carlos
Alonso Lucio. Así lo constató El Espectador con distintas
fuentes allegadas a algunos magistrados y a la propia Viviane Morales.
Es más, como ya lo había publicado
este diario, cuando se decantó en la Corte el nombre de Viviane Morales como
próxima fiscal había una tranquilidad y era que ya no estaba con Carlos
Alonso Lucio. Por eso, cuando se enteraron de que habían
retomado su relación, un sector de la Corte se sintió incómodo. Y desde
entonces empezaron estas discusiones informales que ya llegaron a oídos de la
Casa de Nariño.
El abogado Gabriel de Vega sí dejó
constancia de que intereses muy poderosos buscan hacerle daño a Viviane Morales
por los éxitos de su gestión y porque tiene entre los palos a personajes que
antes eran intocables. Nadie parece estar en contra de ella, sino más bien de
su esposo.
Entrevista
de la fiscal en CNN en Español
“No me están cuestionando una sola de
las decisiones que he tomado como fiscal”. De esa manera, la fiscal Viviane
Morales resumió la que considera su situación actual, y es que sus opositores
quieren sacarla del camino con ataques personales que podrían afectar su
“carrera pública inmaculada”.
En entrevista con CNN en Español, la
alta funcionaria aseguró que las suspicacias a su alrededor son “de mala fe” y
que no va a dejar de luchar contra la corrupción. Pidió que las decisiones de
la Fiscalía no sean interpretadas como contra un determinado sector político,
“porque van en contra es de los delitos y los delincuentes”. De paso, rechazó
tener aspiraciones presidenciales.
Cuestionada por los problemas que ha
generado su matrimonio con el polémico excongresista Carlos
Alonso Lucio, afirmó categóricamente: “Él no me ha metido en
ningún lío. Las decisiones mías han sido por amor, por convicción y estoy con
él por eso, porque creo que es la persona con quien quiero compartir mi vida”.
Tweet |
0 comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios de usuarios anonimos llenos de odio y con palabras soéces y/o calumniadores, serán eliminados.