ATENCIÓN:
Todos las publicaciones, mensajes y/o comentarios de este Magazine están bajo la
protección del Art. 19 de la Declaración de Derechos Humanos, que estipula:
"Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones opiniones y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión".
Declaración Universal de los Derechos Humanos; Asamblea General de la ONU 
Dic 10 de 1948
Peláez y Gardeazábal agosto 1 de 2018
Escucha"#PEGA Peláez y Gardeazábal, agosto 1 2018" en Spreaker.

LES AGUARON LA FUNCIÓN

8 de abril de 2012 | OPINIÓN | Por: CRISTINA DE TORO
Los terroristas de las Farc, la señora Piedad Esneda Córdoba y su grupo de auxiliadores (nacionales e internacionales) suelen hacer con estos eventos, nada tiene de humanitario, es, simplemente, una manera, por demás mezquina, de hacer política.
Los terroristas, cada que necesitan ganar tiempo, (para reorganizarse o bien, para tomar un segundo aire), buscan acercamientos y hacen propuestas de paz.
Gracias al rigor y a la mesura con las que el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, manejó el proceso de la liberación de los 10 militares, hoy, no solamente, celebramos alborozados el tenerlos libres, sino también que el carnavalesco espectáculo que las Farc y el colectivo de amigas y amigos (con sus apéndices internacionales) tenían montado, fracasara.

En buena hora el Gobierno se les atravesó y puso coto a esta aberrante manera de hacer política. Sí, porque lo que los terroristas de las Farc, la señora Piedad Esneda Córdoba y su grupo de auxiliadores (nacionales e internacionales) suelen hacer con estos eventos, nada tiene de humanitario, es, simplemente, una manera, por demás mezquina, de hacer política, de mejorar la imagen negativa que de ellos se tiene y, a su vez, de conseguir resonancia internacional.

Por todos es sabido que los terroristas, cada que necesitan ganar tiempo, (para reorganizarse o bien, para tomar un segundo aire), buscan acercamientos y hacen propuestas de paz.

Esta vez, con la certeza de que el Estado no estaba interesado en ningún tipo de "canje de prisioneros" (como llaman ellos a los secuestrados), y con la apremiante necesidad de aligerarse logísticamente, para poder desplazarse con rapidez y esquivar la persecución del Ejército Nacional, los narcoterroristas de las Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Comerciantes de Coca), tenían que deshacerse de los militares y, qué mejor manera de hacerlo que canjear esa desvalorizada y engorrosa mercancía (eso representaban ya los menguados secuestrados para ellos), por reconocimiento del pueblo colombiano y de toda la comunidad internacional.

Además, en un momento muy propicio, pues bien se sabe de las maniobras políticas y jurídicas que vienen presionando para llevarnos a un acuerdo de paz, en el que, dicho sea de paso, ellos no están interesados más que por las prebendas y por la impunidad que necesitan.

Para ello, y con la colaboración del colectivo de amigos y amigas, montaron un gran espectáculo en el que no escatimaron detalles. Interesante saber de dónde provienen los dineros con los que financiaron tan oneroso montaje (múltiples desplazamientos, alojamiento de participantes, etc.). El papel de garantes de la entrega les fue asignado a las señoras Rigoberta Menchú, premio Nobel de Paz (Guatemala); Socorro Gomes, presidenta del Consejo Mundial para la Paz (Brasil); Xiomara Castro de Zelaya (Honduras), y Margarita Zapata , nieta de revolucionario mexicano Emiliano Zapata (México), miembros (o "miembras", según su peculiar manera de expresarse), del grupo Mujeres del Mundo por la Paz, fundado por la destituida senadora Córdoba, quien a su vez, tenía asignado el cargo de directora de orquesta y, por supuesto, el importantísimo rol de heroína. Hacían parte del elenco, también, los magnánimos "muchachos de las Farc".

Ahora solo resta, para acabar de aguarles la función, que el Gobierno se mantenga firme en su decisión de impedir que ese colectivo y sus invitadas internacionales (todas, curiosamente, de filiación política de izquierda), visiten los narcoterroristas que se encuentran presos en las cárceles nacionales. Y, en caso tal de que sigan insistiendo, pues que surtan los trámites legales que rigen para todos los ciudadanos y comprueben que, a pesar de las muy precarias condiciones en las que viven todos los presos de este país, esos delincuentes, que no presos políticos ni de conciencia, están en mejores condiciones que los 725 secuestrados civiles (según la Fundación Nueva Esperanza), que todavía permanecen en poder de las Farc.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios de usuarios anonimos llenos de odio y con palabras soéces y/o calumniadores, serán eliminados.