Alejandro Ordóñez defendió la actuación del Ministerio Público en la reactivación de las investigaciones por los magnicidios que siguen en la impunidad.
En entrevista con EL TIEMPO, Ordóñez por primera vez se refirió a su relación con el polémico historiador santandereano Hugo Mantilla, que en su momento fue mencionado como uno de los supuestos 'conspiradores' contra el gobierno de Ernesto Samper, y dijo que esos contactos se limitaron a "tertulias ocasionales" en las que él, que era magistrado del Tribunal Superior de Santander, solo se dedicó a escuchar.
"El testigo era Mantilla, él nos contaba lo que había declarado en el proceso (...) Ahora pretenden ponerme como conspirador, como que iba a tumbar a Samper ", dice Ordóñez. Y en todo caso, asegura que haber conocido a Mantilla no lo inhabilita para buscar que se llegue a la verdad en el caso Gómez Hurtado.
¿Qué contacto tuvo Alejandro Ordóñez con algunos de las personas que aparecen en el expediente del crimen de Álvaro Gómez, particularmente con Hugo Mantilla?
Hace 15 años tuve una reunión con Hugo Mantilla Correa en un tertuliadero de Bucaramanga, como muchas personas lo hacían, y él habló de muchas cosas, entre ellas de conspiraciones y otros temas, de lo que se decía en ese momento y que también había publicado la prensa. No sólo conversó conmigo sino con muchas personas. ¿Cuántos en Bucaramanga no lo escucharon? Todos los que asistieron saben que eso fue así. Aquí lo que hay es un pretexto para tratar de neutralizar las investigaciones por los grandes magnicidios que nos pesan como país. Una de mis banderas cuando me posesioné fue la de divulgar la verdad, sin distingos políticos o ideológicos. Así hemos revivido casos como el de Luis Carlos Galán, Bernardo Jaramillo Ossa, Carlos Pizarro,
Jaime Garzón, Gloria Lara y Álvaro Gómez Hurtado.
¿Denunció usted alguno de esos hechos?
El señor Mantilla expresaba en esas tertulias lo que se decía en el fragor político de la época. Las cosas que contaba ya habían sido conocidas por la Fiscalía, por la prensa y por la gente de la calle. Él era un periodista, muy ameno, muy conversador, muy próximo a los militares, un tipo muy peculiar en Bucaramanga, muy conocido en la sociedad bumanguesa. Todo el mundo lo conocía y tertuliábamos con él. Él ponía los temas y nosotros lo escuchábamos.
¿Que detalles de sus actividades contaba Mantilla?
Yo fui solo un contertulio ocasional y de lo que él decía, a mí no me constaba nada. Él testigo era Mantilla, él nos contaba lo que había declarado en el proceso, eran cosas que todos ya sabíamos. Lo que se ha conocido ahora es todo lo que él siempre dijo.
¿Por qué dijo Mantilla en su testimonio en la Fiscalía que acudió a usted en el momento en que fue amenazado?
En las tertulias nos comentó que estaba amenazado, que lo iban a matar y que tenía que irse del país. Se fue de Colombia. Él hacía cosas en otras partes, por su cuenta, y allá a Bucaramanga iba y las contaba. A mí nunca me llamaron a declarar, pero ahora pretenden ponerme como conspirador, como que iba a tumbar a Samper. Ahora dicen que el Procurador tiene intereses en desviar la investigación por el crimen de Álvaro Gómez. Ahora resulta que yo tengo el poder de dirigir la versión que dio 'Rasguño' y de manipular al Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Aquí lo que quieren es que no se reviva el caso.
¿Qué espera la Procuraduría al intervenir en el caso Gómez Hurtado?
Que no vengan con cuentos ahora, a tratar de decir que el Procurador no es independiente y no es una garantía de imparcialidad en el caso.
Resulta que no soy yo el que interviene directamente sino un delegado, que está cumpliendo una función que tiene la Procuraduría. Además, ya se habían decretado y practicado algunas pruebas cuando yo llegué al Ministerio Público. Fernando Botero ya había declarado y la Fiscalía había pedido el testimonio de 'Rasguño', de Santander Lopesierra y de 'HH'. Ellos hicieron el trámite y los departamentos de Estado y de Justicia de Estados Unidos se demoraron casi dos años en autorizar las entrevistas. Lo curioso es que ahora, después de escucharlo, las autoridades estadounidenses solo demoraron 24 horas en autorizar otra diligencia para que amplíe su testimonio.
¿El testimonio de 'Rasguño' es creíble para la Procuraduría?
En ese caso no se puede desechar ninguna hipótesis. Ni en la que ahondó la Fiscalía en su momento, la de un complot que fue ejecutado por una estructura militar; ni tampoco que fue un favor del narcotráfico o un crimen de Estado. Incluso, algunas no son
excluyentes de las otras. Hay hechos que rodean el asunto que son dramáticos y sospechosos. Un sobrino de 'Rasguño' fue asesinado y sobre su testimonio recaen versiones mediáticas, con urgencia manifiesta, para quitarle credibilidad. Lo que se quiere
es que la hipótesis del crimen de Estado no se investigue. Es una audaz estrategia para impedir que se esclarezca el homicidio. Mi propósito es llegar a la verdad y la Procuraduría no va a renunciar a eso.
¿Que hay tras el crimen de Gómez Hurtado?
Lo único que sé es que no voy a declinar. Si fueron los militares como instrumento de los conspiradores, pues fueron los militares; pero lo que queremos es que eso quede claro; si fue la Policía como instrumento de los narcos, pues fue la Policía, pero que se sepa la verdad. Pero si fue un crimen de Estado, que también se aclare y una cosa no es excluyente de la otra. Eso hay que investigarlo: es una responsabilidad frente al país.
GERMÁN JIMÉNEZ LEAL
REDACCIÓN JUSTICIA
"El testigo era Mantilla, él nos contaba lo que había declarado en el proceso (...) Ahora pretenden ponerme como conspirador, como que iba a tumbar a Samper ", dice Ordóñez. Y en todo caso, asegura que haber conocido a Mantilla no lo inhabilita para buscar que se llegue a la verdad en el caso Gómez Hurtado.
¿Qué contacto tuvo Alejandro Ordóñez con algunos de las personas que aparecen en el expediente del crimen de Álvaro Gómez, particularmente con Hugo Mantilla?
Hace 15 años tuve una reunión con Hugo Mantilla Correa en un tertuliadero de Bucaramanga, como muchas personas lo hacían, y él habló de muchas cosas, entre ellas de conspiraciones y otros temas, de lo que se decía en ese momento y que también había publicado la prensa. No sólo conversó conmigo sino con muchas personas. ¿Cuántos en Bucaramanga no lo escucharon? Todos los que asistieron saben que eso fue así. Aquí lo que hay es un pretexto para tratar de neutralizar las investigaciones por los grandes magnicidios que nos pesan como país. Una de mis banderas cuando me posesioné fue la de divulgar la verdad, sin distingos políticos o ideológicos. Así hemos revivido casos como el de Luis Carlos Galán, Bernardo Jaramillo Ossa, Carlos Pizarro,
Jaime Garzón, Gloria Lara y Álvaro Gómez Hurtado.
¿Denunció usted alguno de esos hechos?
El señor Mantilla expresaba en esas tertulias lo que se decía en el fragor político de la época. Las cosas que contaba ya habían sido conocidas por la Fiscalía, por la prensa y por la gente de la calle. Él era un periodista, muy ameno, muy conversador, muy próximo a los militares, un tipo muy peculiar en Bucaramanga, muy conocido en la sociedad bumanguesa. Todo el mundo lo conocía y tertuliábamos con él. Él ponía los temas y nosotros lo escuchábamos.
¿Que detalles de sus actividades contaba Mantilla?
Yo fui solo un contertulio ocasional y de lo que él decía, a mí no me constaba nada. Él testigo era Mantilla, él nos contaba lo que había declarado en el proceso, eran cosas que todos ya sabíamos. Lo que se ha conocido ahora es todo lo que él siempre dijo.
¿Por qué dijo Mantilla en su testimonio en la Fiscalía que acudió a usted en el momento en que fue amenazado?
En las tertulias nos comentó que estaba amenazado, que lo iban a matar y que tenía que irse del país. Se fue de Colombia. Él hacía cosas en otras partes, por su cuenta, y allá a Bucaramanga iba y las contaba. A mí nunca me llamaron a declarar, pero ahora pretenden ponerme como conspirador, como que iba a tumbar a Samper. Ahora dicen que el Procurador tiene intereses en desviar la investigación por el crimen de Álvaro Gómez. Ahora resulta que yo tengo el poder de dirigir la versión que dio 'Rasguño' y de manipular al Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Aquí lo que quieren es que no se reviva el caso.
¿Qué espera la Procuraduría al intervenir en el caso Gómez Hurtado?
Que no vengan con cuentos ahora, a tratar de decir que el Procurador no es independiente y no es una garantía de imparcialidad en el caso.
Resulta que no soy yo el que interviene directamente sino un delegado, que está cumpliendo una función que tiene la Procuraduría. Además, ya se habían decretado y practicado algunas pruebas cuando yo llegué al Ministerio Público. Fernando Botero ya había declarado y la Fiscalía había pedido el testimonio de 'Rasguño', de Santander Lopesierra y de 'HH'. Ellos hicieron el trámite y los departamentos de Estado y de Justicia de Estados Unidos se demoraron casi dos años en autorizar las entrevistas. Lo curioso es que ahora, después de escucharlo, las autoridades estadounidenses solo demoraron 24 horas en autorizar otra diligencia para que amplíe su testimonio.
¿El testimonio de 'Rasguño' es creíble para la Procuraduría?
En ese caso no se puede desechar ninguna hipótesis. Ni en la que ahondó la Fiscalía en su momento, la de un complot que fue ejecutado por una estructura militar; ni tampoco que fue un favor del narcotráfico o un crimen de Estado. Incluso, algunas no son
excluyentes de las otras. Hay hechos que rodean el asunto que son dramáticos y sospechosos. Un sobrino de 'Rasguño' fue asesinado y sobre su testimonio recaen versiones mediáticas, con urgencia manifiesta, para quitarle credibilidad. Lo que se quiere
es que la hipótesis del crimen de Estado no se investigue. Es una audaz estrategia para impedir que se esclarezca el homicidio. Mi propósito es llegar a la verdad y la Procuraduría no va a renunciar a eso.
¿Que hay tras el crimen de Gómez Hurtado?
Lo único que sé es que no voy a declinar. Si fueron los militares como instrumento de los conspiradores, pues fueron los militares; pero lo que queremos es que eso quede claro; si fue la Policía como instrumento de los narcos, pues fue la Policía, pero que se sepa la verdad. Pero si fue un crimen de Estado, que también se aclare y una cosa no es excluyente de la otra. Eso hay que investigarlo: es una responsabilidad frente al país.
GERMÁN JIMÉNEZ LEAL
REDACCIÓN JUSTICIA
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