Santos: astuto o jugador irresponsable ~ La Otra Mitad de las Verdades a Medias

Noviembre 22 de 2010 | Medellín | Por Juan David Escobar Valencia

"¿Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra? Elegisteis el deshonor y además tendréis la guerra". Sir Winston Churchill

El tristemente recordado primer ministro británico Neville Chamberlain, dijo en la Cámara de los Comunes luego de firmar el Pacto de Munich de 1938, que supuestamente garantizaba la paz con Hitler: "Os traigo la paz para muchas décadas", lo que obligó a su compañero de partido, Winston Churchill, a responderle con la cita con que inicio esta columna.

En las últimas semanas hemos sido testigos de polémicas decisiones del presidente Santos relacionadas con la intención de hacer que las cosas funcionen, pero sin la claridad para todos de la indiferencia al costo, como la propuesta de una terna alternativa, o adicional, para darle gusto a una Corte indigna, así como la súbita y poco creíble amistad entre un demócrata y un dictador que se desprecian desde hace años. La pregunta es si estas decisiones son el fruto de una mente astuta y calculadora o el resultado de la irresponsabilidad.

Exploremos la hipótesis de la astucia. Tal arrodillamiento puede ser el resultado del cálculo de alguien que sabe de antemano que la otra parte, en algunos días o meses, va a traicionar esa muestra de condescendencia y de la diplomacia bogotana, que hará ver a los traidores como parásitos con poder que abusaron de un ser bueno que ama la paz y la concordia.

La otra alternativa es que tanta postración sea la señal de un dirigente falto de lo que hace años denominé como "fuerza testicular" para defender los principios y que apueste lo que no debe ponerse en la mesa, como es la dignidad, o negocie con tiranos o con autoproclamados reyes intocables que asisten a fiestas pagadas por otro "Reyes".

Personalmente creo que es la primera hipótesis la explicación de tanta genuflexión, pero debo confesar que temas como la posible extradición a Venezuela y no a EE.UU. del narcotraficante Walid Makled es una apuesta equivocada e innecesaria que en el mediano tendrá un costo muy superior a los beneficios de ganar una mano hoy.

Sabiendo que es el negocio de la droga, en el que sectores oficiales venezolanos tienen cada vez más importancia, la gasolina del conflicto y una parte importante de nuestros males, entregar en bandeja de plata a quien puede desenmascararlos es una irresponsabilidad con el presente y futuro del país, que no vale 800 millones de dólares. Entregar de este lado un caballo de carreras por tres gallinas de poca monta que mandaron del otro lado, es un negocio indefendible, con el agravante del costo que tendrá en la relación con Estados Unidos.

Es cada vez más claro que el actual gobierno ha decidido cambiar la fórmula de relacionarse con EE.UU., en la que al haberse convertido Colombia en un aliado incondicional nos había colocado en la lista de los asuntos resueltos de EE.UU., lo que significaba que no requeríamos atención. Por lo tanto era necesario hacerse "la difícil" para llamar la atención y obligar al otro a que envíe flores y chocolates de vez en cuando. Esa fórmula explicaría por qué la primera visita de Santos al extranjero fue a Brasil y no a la Casa Blanca, o la aparente despreocupación por la caída del acuerdo militar con EE.UU. Pero excederse en el distanciamiento es tan peligroso como en la docilidad, y yo creo que el caso Makled es cruzar la frontera a la insensatez.

El Colombiano